Los dioses deben estar locos

Este es el nombre de una película que he visto cuando menos 5 veces y siempre la disfruto como si fuera la primera vez. Es una comedia de bajo presupuesto con un argumento muy sencillo pero con un guión muy ingenioso. Es una película que relata cuatro historias que se desarrollan en algún lugar del continente africano y que finalmente se entrelazan. La historia que más llamó mi atención es la de un hombre bosquimano que se quiere deshacer de una botella de coca-cola que calló del cielo –un piloto descuidado la lanzó de una avioneta-
Este hombre esta convencido que los dioses estaban distraídos al enviarles esa cosa maligna que tanto daño causo en su aldea y decide llegar hasta “el fin del mundo” para regresarla y evitar que vuelva a caer en manos humanas. En su búsqueda del fin del mundo entra en contacto con la civilización y sus habitantes, desencadenándose una serie de situaciones chuscas originadas por el choque de culturas.

Este recurso –el choque de culturas como elemento de comedia- esta empezando a explotarse en la TV Mexicana con bastante éxito. Eugenio Derbez convirtió en reportero a Sammy un homo erectus cuyo lenguaje corresponde a un niño de 5 años. Facundo hizo otro tanto con Changoleón un indigente alcohólico y Omar Chaparro tiene a Tiburcio, un joven con genes recesivos de neandertal. Cada uno de ellos desempeñando el papel de bosquimano con mención honorífica.

Solos en casa

El viernes Pedro y Ale se despidieron de 4º y 2º semestre de preparatoria respectivamente, bueno, eso espero. Pedro tal vez cambie también de colegio. En este asunto anda ocupada Gladis. Estos días pasados fueron de mucho trajinar para todos. Afortunadamente, este viernes acabaron los exámenes y nuestros hijos quisieron festejar pasando la noche en casa de amigos en Villahermosa por lo que Gladis y yo nos quedamos solos hasta el sábado por la tarde que fuimos por ellos. Esta es la segunda vez que nos quedamos solos y Gladis no se alejaba del celular ni un solo minuto. Siempre que no tiene a sus hijos cerca anda muy aprensiva tirando a desesperada, por otro lado, cuando los tiene al alcance anda de pleito con ellos por el tiradero que dejan a su paso. Ayer y hoy fueron días de mirar películas ya que por cortesía de sky tuvimos acceso este fin de semana a los canales HBO –no incluidos en nuestro paquete-. Voy a tener que ver la película de corte vaquero “pacto de justicia” en la que el actor mexicano Diego Luna actúa junto a Kevin Costner.

Juguete nuevo

He estado ocupado con manual en mano aprendiendo a manejar el celular que me regalaron. Quien iba a pensar hace 20 años que uno tendría que “jondearse” un manual de 120 páginas para hablar por teléfono. Pero así es, cada vez se complican más los artículos de primera necesidad por la sencilla razón de que ahora los hacen “multifunción”. Ahora, en un mismo aparato es posible tener teléfono, agenda, reloj, calendario, correo –telegráfico-, calculadora, cámara fotográfica, música, álbum fotográfico, noticias, chismes, etc., etc. Por consiguiente, tiene uno que saber ajustar, modificar, añadir y buscar toda clase de datos en un dispositivo tan pequeño que se pierde en la bolsa de la camisa o del pantalón. Si se tiene problemas de vista o los dedos muy gruesos, entonces se complica gravemente el asunto para la manipulación de las teclas “miniatura” sobre las cuales están incrustadas letras y números “nanominiatura”. Solo después de 2 hrs de estudio me siento más o menos seguro con la teoría, ahora me falta la práctica.

Los regalos

Recibí dos regalos en este día del padre, una playera –de parte de Kory- y un teléfono celular –de parte de Gladis, Pedro y Ale- He sido un renuente en usar un teléfono celular porque mis hijos le han encontrado aplicaciones con las que no estoy muy de acuerdo. Entre la infinidad de usos que le dan esta el de utilizarlo para romper acuerdos y compromisos. Por ejemplo, cuando le dábamos permiso a Pedro de ir al cine -después de dejar bien clara la hora en la que pasaríamos por él- invariablemente le llamaba a su mamá para decirle que fuera por él a otra hora y a otro sitio. Ahora ya no utiliza tanto este recurso porque me vi obligado a recordarle lo importante de cumplir con lo que uno promete.
El motivo principal por el que les compramos celular a Pedro y Ale fue la dificultad que teníamos cuando por alguna razón el transporte escolar no iba al colegio por ellos. Esto nos ponía al borde de la histeria a todos, siendo Pedro y Ale los más perjudicados. Ellos tenían que encontrar el medio de comunicarse con nosotros y después de lograrlo tenían que esperar cuando menos 45 minutos más para que uno de nosotros pudiera llegar hasta ellos.
Pero la realidad ha sido otra, cuando hemos tenido la necesidad de comunicarnos con ellos, o viceversa, resulta que ya no tienen crédito –lo agotan mandando y recibiendo mensajes de sus amigos- En fin, pocas veces a cumplido el celular su propósito original, en cambio, ha sido un barril sin fondo por el que Gladis y yo tiramos el dinero que es un contento.
Por otro lado, no entiendo a las personas que reciben llamadas “de rutina” en medio de una junta importante –o en clases- o en mitad de una conversación de trabajo –o de negocios- Es impresionante el número de ingenieros “novatos” que en mitad de una conversación de entrenamiento en su nuevo puesto se ven forzados a tomar una llamada dejando una impresión negativa en su interlocutor que se queda mientras tanto “siguiendo moscas con la mirada”. Ahora yo correré ese mismo riesgo, todo sea por las urgencias, espero que nunca se presenten.

De visita

Siempre que vamos de visita con algún familiar de Gladis hay que armarse de paciencia. Y es que estas visitas resultan ser siempre una aventura por la sencilla razón de que en lugar de llevar una dirección -como normalmente se estila- solo lleva algunas referencias -tan claras- como las siguientes: “viven en la colonia X”, “es ahí, pasando el puente” o “enfrente de una escuela que tiene un cancel blanco”, y así por el estilo. Ayer Gladis me comentó: Don Lucio quiere ir a Villahermosa a visitar a Doña Trina ¿será que lo puedas llevar?. Esta es una pregunta difícil de responder ya que Don Lucio quiere estar ya de regreso cuando yo apenas me estoy levantando. Así las cosas, la visita quedó indecisa en espera de que por alguna razón inexplicable me cayera de la cama al siguiente día. Hoy así sucedió, me levanté mas temprano que de costumbre y nos fuimos por Don Lucio y Doña Maty para después enfilar a Villahermosa. Ya en el trayecto me enteré que tenía que llegar a nuestro destino mediante la siguiente referencia: ¡Es en la colonia las brisas, enfrente de una tienda, sobre la avenida principal!. Armándome de paciencia tracé la siguiente estrategia: Empezaría la aventura suponiendo que la primera calle que encontrara sería para mí la principal y continuaría preguntando de tienda en tienda por Doña Trina hasta encontrar quién diera razón. Fue tan buena nuestra suerte que la primera calle que tomamos resultó ser efectivamente la principal y en la segunda tienda en que preguntamos nos dieron la tan esperada razón de la señora.

Hoy es día del padre y hago un particular reconocimiento al mío, a Don Pedro. Él fue siempre un líder nato, y gracias a las circunstancias creadas alrededor de ese liderazgo fue que llegamos a parar a la ciudad de Guadalajara. Llegó procedente de un rancho con su esposa y sus 7 hijos a una de las ciudades mas grandes de la República Mexicana, sin tener un trabajo ni una vivienda segura. Educó con la ayuda de su esposa María Patrocinio a sus hijos en medio de un ambiente denso, caótico y sin freno. Eran los años 60’s, época de pandillas y de rock and roll, de revolución sexual, de hippies, de LSD y la psicodelia, de la marihuana y del “amor y paz”. Fue tan difícil esa década para la crianza y desarrollo de los hijos que la historia bautizó a esa generación como los “nacidos para perder”. Sin duda hicieron un buen trabajo, somos una familia unida, con altos valores y una gran diversidad de pensamientos.

Felicito también a mis hermanos Goyo, Chuy y Guy que son padres –los dos primeros ya abuelos- sin duda, cada uno de ellos ha puesto su mayor esfuerzo para dar a sus hijos lo mejor. Hago también un reconocimiento a mis hermanas Toña, Chepina y Yola –las dos primeras ya abuelas- que han tenido que desempeñar también en algún momento de sus vidas el papel de padre.

Tormenta eléctrica

Oiga Doña, oí en el radio que va a llover este fin de semana –comenta Romana-
Si, lo leí en el periódico –le responde Gladis.

Oí decir que va a ver tormenta eléctrica, ¿será que se va a ir la luz?.
No, eso no va a pasar.

Sí, lo oí claritito –insiste Romana-
No Romana, no se va a ir la luz. Quiso decir que habrá muchos truenos y relámpagos.

Ha, ¿eso quiso decir? –preguntó Romana aliviada-
Si.

La preocupación de Romana es que se vaya la luz en el rancho porque tarda hasta una semana en regresar –me comenta Gladis-

Nosotros no estamos tan lejos de correr esa misma suerte –pensé-
Y es que en las primeras tormentas eléctricas, casi con seguridad falla el suministro eléctrico a la colonia las garzas.

Algunos recuerdos

Es el segundo día que llueve en Reforma en forma consecutiva. El inicio de cada periodo de lluvias me trae no se por que razón, algunos recuerdos de mi infancia en mi tierra natal: la Soledad, ranchería perteneciente al municipio de Huejuquilla el Alto Jalisco. Si bien no nací precisamente en ese lugar –según los dichos de mis padres y hermanos mayores nací en una localidad llamada la Grulla en el estado vecino de Zacatecas- fui registrado en Jalisco. De esta época recuerdo particularmente el río cuyo cause partía en dos a la Soledad. En las “secas” este río era apenas un arroyito que se podía sortear sin esfuerzo, sin embargo, en las primeras lluvias torrenciales, este cause abría paso a un caudal “bronco” que le arrancaba los árboles a la montaña arrastrando sus troncos como guiñapos entre sus arremolinadas y turbias aguas. Pocos han tenido la experiencia de contemplar ese momento efímero del nacimiento de un “caudal”, los lugareños se referían a este acontecimiento como “la punta del río”. En ocasiones la gente aprovechaba esta circunstancia para quitarle algunos troncos al río –lazándolos como ganado- con el fin de utilizarlos posteriormente como leña. El crecimiento del río era un acontecimiento esperado por muchos, pero no por María Patrocinio –mi mamá-, para ella ese momento era un motivo de preocupación. La razón no era para menos ya que Jesús –uno de sus hijos- tenía un particular gusto por meterse al río en esas condiciones. No fueron pocas las veces que se vio obligada con toda razón a “amarrarlo” literalmente a la pata de una cama para evitar riesgos innecesarios. Cuando se le escapaba, se zambullía en una orilla para salir varios metros después en la otra esquivando en el trayecto troncos y toda clase de objetos que rondaban su cabeza. Por mi parte, me gustaba cazar tildios y patos con terrones en la orilla de la presa –aunque nunca hice más que espantarlos-. Gozaba ver las liebres salir repentinamente a grandes saltos de entre los arbustos, rápidas y esbeltas. Recuerdo los robles y sus bellotas, los talayotes, el rocío de la vegetación por la mañana, los sonidos de la noche, el olor del ocote y las nítidas noches estrelladas.

Cuando las cosas no salen

Desde hace dos días he tenido que encender el carro con el típico “empujón”. Ayer le cambiaron la batería y arrancó a la perfección. Hoy por necesidades de trabajo me vi obligado a viajar a Villahermosa y al cochino carro ya no le dio gana de regresar, lo dejé en la agencia para una revisión de motor. Gladis hubo de hacer un segundo viaje a Villahermosa, ahora por mí –apenas había regresado del colegio con Pedro y Ale-. Ayer mismo, se llevaron a mantenimiento los equipos de aire acondicionado de la oficina, transformándose inmediatamente el interior en un sauna que me hizo perder líquido tan rápidamente que llegué a la casa con síntomas de deshidratación. Estas dos últimas semanas el calor ha estado insoportable oscilando la temperatura al medio día entre 40 y 42 grados. Poco falta para que a uno se le evapore el cerebro. Por otro lado, están surgiendo problemas con el cambio de colegio de Pedro. Resulta que el colegio en el que esta ahora no ha llevado a cabo unas supuestas reformas que los demás colegios ya implementaron y esto complica la “validación” de algunas materias.
Mientras escribo esto empezó a llover, espero que sea un buen augurio para que termine esta “rachita”. Por lo pronto el calor amainó y eso ya es un buen inicio.

Gracias por tu comentario Yola. Tienes razón, después de los 40 uno tiene la percepción de ir ya de "bajada" y sentimos el impulso de pensar que los tiempos pasados fueron mejores. Tal vez sea porque ya no están con nosotros algunas personas que nos acompañaron -y cuidaron- durante la primera mitad de nuestra vida. No es posible llenar esos huecos, lo más que podemos hacer es poner en práctica lo que nos enseñaron y transmitirlo a nuestros hijos, al fin y al cabo, ahora significamos para ellos lo que en el pasado aquellas personas significaron para nosotros, aunque ahora no lo entiendan.

Tiempo de exámenes

Hoy empezaron los exámenes de fin de semestre para Ale y Pedro. Son días difíciles para Gladis ya que por lo irregular de los horarios –solo están una o dos horas en el colegio- tiene que viajar todos los días a Villahermosa. Este ajetreo durará quince días, el mismo tiempo que estaremos comiendo pizza, pollo asado, huevos al gusto, tacos, atún, etc. Espero que les vaya bien y el esfuerzo de Gladis sea recompensado con buenas notas.
Hasta ahora no hemos tenido queja de ellos, ninguno a reprobado un examen parcial y hemos tenido la fortuna de que ambos pasen siempre limpios los semestres.

Payaso municipal

En las elecciones para presidente municipal de Reforma celebradas a finales del año pasado, ganó la “coalición” formada por los partidos PAN, PRD y PT. El dominio público tiene la creencia que el gobierno del estado metió las manos para que la balanza se inclinara a favor del candidato de la coalición -Pablo Salazar Mendiguchía actual gobernador de Chiapas es de extracción perredista-. El hermano menor de Gladis –Lucio- apoyó al candidato del PRI mientras que el hermano mayor –José Manuel- apoyó al candidato del PVEM –el partido del niño “chamaqueado”-. Ambos anduvieron muy animados acompañando a su respectivo candidato en todas las campañas previas a las votaciones –hasta Gladis estuvo en una casilla cuidando el voto del “partido verde” a solicitud de José Manuel, y tuvieron razón de cuidarlo……..fueron tan poquitos-.
Hace unos días el nuevo presidente municipal mandó pintar el palacio municipal. Las paredes las pintaron de amarillo chillante, los balcones fueron pintados de azul fosforescente, y la estructura perimetral se pintó de rojo, todo esto tratando de representar simbólicamente los colores de los partidos de la alianza triunfadora. Quedó tan llamativo el edificio que la gente de Reforma ya le dice “payaso municipal”.
Reforma ha tenido muy malos gobernantes, la mayoría de ellos ha hecho uso del puesto solo para fines personales. La única infraestructura que ha florecido en el municipio es la de los burdeles, cantinas y depósitos de cerveza. No veo en este nuevo gobierno ningún indicio de que las cosas vayan a mejorar, por consiguiente, los habitantes deberán segur esperando como siempre a que el próximo sea mejor.

Cambio de colegio

Pedro tiene la idea de estudiar la carrera de mecatrónica y el colegio en el que estudia actualmente no cuenta con el bloque de físico matemático que necesita. La directora del plantel nos asegura que no hay ningún impedimento para que termine el bachillerato con cualquier otro bloque, pero Pedro insiste en que la carrera de mecatrónica no tiene tronco común, esto es, que no repite conceptos que ya deberían de haber aprendido los estudiantes en su educación media. Aunque esto me parece poco probable –generalmente todas las universidades tienen un par de semestres que son comunes a todas las carreras en los que repasan conceptos importantes- Gladis se ha dado a la tarea de buscar alternativas. Sea cual sea la elección, estoy seguro que la colegiatura será mas cara, solo espero que la economía no se nos desequilibre más de lo que ya de por sí esta. Por lo pronto, Pedro esta en exámenes y lo he visto ocupado. Pero no crean ustedes que se ocupa estudiando, ayer se fue al cine con su novia -creo que los problemas ya se arreglaron- y se quedo a dormir en casa de un amigo en Villahermosa. Hoy cuando vino me mostró sus calificaciones parciales y le cuestioné – ¿por que obtuviste un 7 en informática?- es que el examen estuvo “satánico” –me contestó-, esa justificación es muy antigua y solo deja al descubierto que te hizo falta estudiar –terminé diciendo-.
Ale también estuvo muy ocupada ayer. Trajo a dos amigas del colegio a casa y ya aquí se agregaron dos vecinos más. Se pasaron toda la tarde “chacoteando” en la alberca y en la noche vieron películas hasta pasada la una de la madrugada. Hoy Gladis fue a dejar a una de las amigas a Villahermosa –la otra se fue ayer mismo- y a traer a Pedro de regreso. Don Lucio –papá de Gladis- aprovechó a ir con ella para cortarse el cabello. Es curioso, el largo actual de su cabello no sobrepasa los 5 mm, realmente no entiendo como hace para saber cuando es tiempo de cortarlo.

Ambición vs honestidad

Hoy, tres individuos golpearon alevosamente a Jorge, el esposo de Matilde –la hermana menor de Gladis– rompiéndole el tabique nasal. Jorge y Matilde son médicos y tienen su consultorio en Reforma donde además de prestar consulta proporcionan servicio de ultrasonido. Resulta que hace días, Maty dio consulta a una señora embarazada sugiriéndole se hiciera un ultrasonido como parte del diagnóstico para darle el tratamiento adecuado. Entonces la envió con Jorge su esposo para que le realizara dicho estudio detectándole una pequeña piedra en el riñón. Con base en el resultado de ultrasonido y la condición de embarazo de la paciente, Maty le recetó unas inyecciones y así quedaron las cosas.
Días después, el esposo de la señora reclamó a Maty su mal tratamiento y su peor diagnóstico ya que había consultado a otro médico para obtener una segunda opinión informándole este ultimo que su esposa no tenía ninguna piedra y que las inyecciones que le recetaron eran peligrosas para el producto –curiosamente se sospecha que este ultimo diagnóstico lo realizó la única competencia de Jorge en Reforma- Esta opinión de ser cierta esta llena de “ponzoñita” y esta claro que produjo en este sujeto el efecto esperado por el galeno. Maty le argumentó a este sujeto que era normal que el último ultrasonido no detectara nada, esto indicaba lo acertado de su tratamiento asimismo le aseguró que el medicamento proporcionado era totalmente inocuo para el producto. En cuanto al resultado del ultrasonido le informó que estaba totalmente segura de lo que ella vio –nadie sabe si la segunda opinión fue emitida antes o después de haber tomado el tratamiento, esta claro que solo lo sabe este sujeto y su esposa-. A la hora que agredieron a Jorge, Maty lo acompañaba, e identificó a este sujeto como uno de los agresores. Alguien aquí está siendo deshonesto y puedo asegurar que Maty no es. El resultado de esta deshonestidad es un tabique nasal fracturado, dos médicos acusados de poco éticos, un esposo “supuestamente estafado” y una demanda penal interpuesta por Jorge para quien resulte responsable (presentó como evidencia el resultado del ultrasonido que él le realizó a la señora). Esto sin contar que las cosas se pueden complicar todavía más posteriormente. Todo esto desencadenado por una supuesta opinión “honesta” hecha con bastante jirivilla.

Los estragos del tiempo

He sido testigo silencioso del impacto lento pero gradual que el paso del tiempo ha dejado en mi vista. Este proceso inició aproximadamente a los 40 años (hace 6 años atrás). Aunque en esta primera etapa solo utilicé lentes cuando leía letras pequeñas y de noche –de día no tenía problema-, últimamente he notado que se está iniciando una segunda etapa en la que he necesitado usar lentes de día y peor aún, para leer letras de mayor tamaño –las letras pequeñas ya no las distingo sin lentes ni de noche ni de día-. Ahora por ejemplo, ya no tengo ninguna posibilidad de leer las indicaciones que vienen en las cajas de los medicamentos, no puedo usar ya más los diccionarios pequeños, o aún los libros con letras de tamaño normal en lugares mal iluminados. Este proceso de deterioro biológico ha venido acompañado de un mayor agotamiento físico que he tenido que combatir con vitaminas, complementos alimenticios y algo de ejercicio. Sin embargo, este proceso de deterioro no es nada si lo comparo con aquél por el que esta pasando Gladis. Ella usa lentes en forma permanente con una graduación de +2 para ver de lejos y +4 para leer. Sus frecuentes viajes a Villahermosa la van agotando gradualmente llegando al fin de semana con una acumulación de estrés que en ocasiones la rebasa, poniéndola de un humor bastante “negrito” que a todos nos repele. Otra parte de mi cuerpo que ha venido resintiendo el paso del tiempo es mi estomago. Antes comía lo que se me ponía enfrente, de día o de noche, sin producirme ninguna clase de malestar. Era frecuente la exclamación de Gladis -¡Tienes un estomago de piedra!- cuando me veía comer en gran cantidad, con mucha variedad y en cualquier lugar. Ahora ya no puedo hacer eso, mi estomago ya no digiere igual, le causan problemas el ajo, el melón, los frijoles, las grasas –tengo como muchos mexicanos valores altos de triglicéridos y colesterol- y cada vez la lista crece más y más. Para disminuir los efectos que produce mi estomago perezoso y reducir también los niveles altos de triglicéridos, colesterol y estrés he tratado de imponerme la rutina de leer algo, escribir algo, caminar algo además de comer menos, fumar menos y enojarme menos.

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La crueldad con los animales

Romana no se presentó ayer por lo que Gladis tuvo que ponerse “ligerita” con la limpieza. Definitivamente para ella ese no fue un día como otros. Romana vive con su hijo en casa de su mamá en un rancho que esta a una hora de aquí aproximadamente. Ella tiene la cultura del campo y sabe todo lo relacionado con él. Cada sábado agarra sus triques y se va a visitar a su hijo y a su mamá regresando los lunes por la mañana. Hoy lo primero que hizo Romana al llegar a casa fue contar a Gladis una historia de terror. Resulta que el domingo, un puerco de esos que gritan ¡oinc! ¡oinc! y que hay en todo rancho, mató y se comió a una de las gallinas. Cuenta Romana que su mamá se encorajinó a tal grado de decir que le trajeran un tizón encendido del fogón –de esos humeantes y con braza-. Tan pronto como lo tuvo en sus manos hizo sujetar al cerdo y se lo introdujo en la boca para empujárselo después con toda la fuerza que su edad le permitió. Los gritos del animal enloquecido por el dolor no sirvieron para apaciguarle el rencor a la viejecita y al no escuchar ya el “chirriar” de la carne, sacó el palo ya totalmente apagado, para mandar pedir otro y repetir la misma operación. Esa noche, nadie pudo dormir en el rancho a causa de los gritos de agonía del pobre animal. A la mañana siguiente, no se si por compasión o por venganza –por no haber podido dormir en toda la noche-, Romana terminó a palos con el sufrimiento del desgraciado porcino. Ella misma tubo que destazarlo y hacerlo “chicharrones” ese mismo día, esa fue la razón por la que no pudo venir a trabajar el lunes. ¿Por qué no mataron a ese pobre animal desde un principio Romana? –preguntó Gladis conmovida por el sufrimiento innecesario infringido al pobre animal-. ¡Por malo! –contestó ella secamente-. Ahora más que nunca Gladis está preocupada por lo que pueda pasarle a paco cuando se queda en casa solo con Romana, y es que el perico no puede ver un palo –ni a Romana- porque se pone como loco. Por esta razón, Gladis ya puso sobre aviso a Romana y le sentenció –si llego a ver o confirmar que haz maltratado a paco te vas inmediatamente de esta casa.

Algo de la infancia de Pedro

La infancia de Pedro fue de carencia material pero abundante en relaciones afectivas. Los hermanos de Gladis lo consentían como si fuera su primer sobrino y sus papás lo adoraban como si hubiera sido su primer nieto –fue el primer varón nacido de una de sus hijas-. Y nosotros, bueno, que les puedo decir, esperábamos con ansia y mucho amor su llegada –Gladis llegó a pensar que yo era puque (estéril en lenguaje chamula)-. Pedro siempre inspiró ternura en las personas que lo conocían además de producirles admiración sus frecuentes y desbordadas ocurrencias innatas. El tenía como dos años y medio cuando don Emilio empezó la construcción de nuestra casa en Reforma. Este señor es testigo de Jehová al igual que la familia de Gladis. Los testigos de Jehová visten muy formal, son muy amables y hablan muy tranquilo, despacio y pausado –bueno, al menos los que yo conozco por acá-. Entre ellos se dicen “hermano(a)” y se ayudan mutuamente en situaciones difíciles sin esperar absolutamente nada a cambio. Desde un principio Pedro mostró un especial interés por los trabajos manuales. Particularmente le llamaba la atención cualquier objeto que pudiera sujetar con la mano para después estamparlo contra otro o contra el piso, retorcerlo o estirarlo para ver que le pasaba. Era afecto a deshacerse inmediatamente de cualquier “trapo” que su mamá le ponía para después correr por el patio o por la acera como Dios lo trajo al mundo. A él le importaba poco –por no decir nada- las risas que producía en la gente que lo observaba correr de aquí para allá totalmente en pelotas y ajeno a lo que pasaba a su alrededor. Las secretarias de la presidencia municipal con frecuencia interrumpían su trabajo cuando Pedro andaba afuera de la casa encuerado con su “tilingo lingo” al aire solo para ver aquél niño que les parecía curioso, simpático y desvergonzado. Siempre que Pedro veía trabajar a don Emilio, inmediatamente se le unía con la pala, con el martillo, con la cuchara o con cualquier otra cosa que estuviera a su alcance y que pudiera sujetar con sus manos. Entonces don Emilio le decía: –Pedrito, si me quieres ayudar tendrás que ponerte ropa, los hermanos no trabajamos sin ella-. Si “mano milio” –respondía Pedro y echaba a correr con su mamá para que lo vistiera. Casi siempre ocurría que ya “trabajando”, a Pedrito se le dificultaba hacer algo, tal como martillar, trasportar ladrillos o sujetar algo con alambre. Ya enfadado de intentarlo una y otra vez invariablemente decía: -¡puta male!-. Pedrito, los hermanos no decimos groserías –le recriminaba don Emilio-. Ligo gloselías solo cuando me enojo “mano milio” –le contestaba Pedrito sin interrumpir la tarea que en ese momento hacía-. Don Emilio entonces se reía cayendo en la cuenta que el hermano Pedrito estaba lejos de tener remedio.
La mayor preocupación que nos ha hecho pasar fue la ocasión en que tratando de “armar” un avioncito, se le ocurrió unirlo con “cola loca”, no tardó en suceder lo inevitable: como no salía el pegamento oprimió el recipiente con fuerza, entonces salio un chorro de líquido que le salpicó los ojos. No recuerdo haber conducido un vehículo más rápido que en esa ocasión sin que Gladis abriera la boca para protestar. Hicimos escasos 30 minutos desde Reforma hasta el hospital de Villahermosa. La reacción de las enfermeras a la pregunta de: -¿qué le paso al niño?- era un ¿Queeeeeee? “muy alentador”. Después de estar en observación toda la noche de ese día y toda la madrugada del siguiente, llegó por fin el oftalmólogo a revisarlo, informándonos -después de unos minutos que a nosotros nos parecieron horas- que iba a estar bien, que la membrana superficial dañada se iba a regenerar sola. En otra ocasión corté una clavija a una extensión dejándole por descuido un “rabo” de cable. No sé como llegó la clavija a manos de Pedro, pero él peló el pedazo de cable que dejé pegado a la clavija y unió ambos cables entre si. Después se dirigió a nuestra recamara en donde teníamos conectado un ventilador de pedestal, lo desconectó y conectó en su lugar la clavija recién “arreglada”por él. En seguida de la explosión producida por el corto circuito, la oscuridad se apoderó de la casa. Poco faltó para que a Gladis le diera un infarto al ver a Pedro que salía de la recamara sin cejas, con la cara tiznada, con los cabellos parados y humeantes, y con un rictus en la cara como si hubiera visto de cerca al mismísimo “chamusco”.

De regreso

Estoy de vuelta en casa después de haber estado unos días en León Guanajuato, tierra de Fox y de botas. Fui a un congreso de mantenimiento y confiabilidad que anualmente se lleva a cabo en México y al que asisten profesionales del ramo de toda Latinoamérica. Me gustó León porque la comida es similar a la de Guadalajara. Por recomendación de Guy visite el restaurante “el rincón gaucho” y por mi cuenta fui “al braserío” ambos con especialidad en carnes, muy ricas por cierto, y con un agradable ambiente familiar. Me llamó la atención la gran cantidad de personas que usan las avenidas para transportarse en bicicleta. Estas se desplazan libremente por entre los vehículos esquivándolos con mucha pericia y los automovilistas guardan respetuosamente su distancia para no “llevárselas”. En Villahermosa hacer eso equivale a ponerse un letrero en la espalda con la leyenda “céntrame” peleándose sin duda por ese honor cualquier taxista cafre. Ayer mismo me enteró Gladis del comportamiento retraído de Pedro en estos días pasados. Rehusó comer dos días consecutivos encerrándose en su habitación en cuanto llegaba de la escuela. Dice Gladis que tal vez anda como dice la canción de Alejandro Sainz con el “corazón partío”. Es probable que tenga razón y la novia lo halla mandado a donde “da vuelta el viento” - allá cerquita de la Patagonia -. Personalmente creo que esta niña es muy precoz y pienso que muy pronto Pedro va a sufrir su primera decepción amorosa. Esta relación va a durar solo hasta que esta niña encuentre a alguien más “galán” o más “popular” y es probable que esto ya este sucediendo. Espero que esto le enseñe que a su edad las cuestiones sentimentales con el sexo opuesto no pueden tomarse tan en serio. Tengo la confianza de que sabrá manejar esta situación en la que se metió solito porque si veo que persiste en conservar ese estado de ánimo disminuido tendré que intervenir antes de que modifique su comportamiento o baje su rendimiento escolar. Estoy seguro que su estado de ánimo no le permitió disfrutar del triunfo de las chivas ante el boca en la libertadores (4-0) como él hubiera querido.