Visitas de la última semana

domingo, septiembre 30, 2007

Cuanto han cambiado las cosas

A menudo me pillo revoloteando en torno a esta frase. Las personas con mas de 40 recordarán el teléfono de dial con su inconfundible “ring” metálico. Había que armarse de paciencia esperando que el dial regresara para marcar el siguiente número, y entre mayor era este, aumentaba proporcionalmente la esperar. Un número telefónico con muchos nueves ¡que flojera! Los teléfonos de aquella época eran fijos, nada de ir deambulando por la casa queriendo hacer otra cosa mientras se hablaba. Todo lo que se podía hacer era instalar uno o dos metros de cable entre el aparato y la roseta para tener algo de movilidad, eso sí, uno se resignaba a cargar en una mano el teléfono y en la otra el auricular, teniendo siempre cuidado de que el cable no se enredara en alguna cristalería. Encontrar el lugar adecuado para instalar el teléfono dentro de la casa era cosa científica; había que pensar en el recorrido para llegar a él desde cualquier punto de la casa (si no se contaba con una extensión). Cuando uno quería comunicarse telefónicamente con alguien, había que conocer los hábitos y costumbres que la llevaran a su casa a cierta hora del día, de otro modo, la única forma que existía para establecer la comunicación era dejarle un recado para que cuando llegara a casa nos regresara la llamada en la noche. Esto era efectivo siempre y cuando le transmitieran el mensaje y durmiera en su casa. Otra cosa que cambió radicalmente la forma en que se hacían las cosas fue la PC y el Internet, ambas aparecidas casi simultáneamente. Con estas herramientas portentosas (toda una revolución), desaparecieron las cartas y los carteros, los tocadiscos y las grabadoras de cinta. Los libros y las bibliotecas están en proceso de extinción. ¿Quien no batallaba con los casetes después de que se “apretaban” de tanto rebobinarlos? ¿Quién no se lamentaba de aquel disco favorito rayado? Además, en ambos casos la calidad del sonido era bastante mala, uno no se acostumbraba a escuchar aquel fondo de estática tan característico de esos “adelantos tecnológicos”. En aquel tiempo las canciones o pistas venían en paquetes de 10 a 15 en cada disco o casete, no había más. Recuerdo el proceso de la lectura en aquellos años; uno tenía que tener un diccionario de papel a la mano. Saber consultarlo rápido se volvía cosa vital para que la lectura surtiera su efecto. A veces, la flojera de consultar el diccionario, o el no tenerlo a la mano, terminaba con mi buena intención de leer, o entendía solo la mitad de lo que leía. Recuerdo la dificultad que había para conseguir partituras para guitarra. Me atrevo a asegurar que esta fue la razón de mi poco progreso en este campo cuando estaba en mi cúspide creativa. Lo mismo pasó con mi afición por la lectura; no había mucho dinero para comprar libros. Mi inclinación por las letras me alcanzó (por lo barato), para leer los “Diálogos de Platón”, Shakespeare, las tragedias de Eurípides, y alguno que otro escritor de la época de oro Español publicados en la editorial “sepan cuantos”. En la actualidad, al entrar a Internet se me abre toda una gama de posibilidades que antes se me negaron: leer periódicos, revistas, libros, diccionarios, conversar con personas ubicadas al otro lado de la tierra, escribir, escuchar música, ver videos, todo sin costo y sin salir de mi casa…cuanto han cambiado las cosas. Ojala nuestra juventud utilizara todo esto como herramienta de formación más que como instrumento de diversión.

sábado, septiembre 22, 2007

El tiernito

Me puede un titipuchal no estar hoy con mi hermano Gustavo disfrutando de las brevedades onerosas que muy a cuenta gotas nos regala la vida. Estaré muy lejos de percibir el efluvio de la “flor de capomo” que hoy flotará en el cálido ambiente familiar. Me quedaré con ganas de libar con parcimonia un rico tequila y de alternar los sorbos con palabras vestidas de recuerdos y de anécdotas. Con lo que me gustan las reuniones en las que todo es palabra y oído, calidez y fraternidad; compartir los recuerdos de un pasado común que nos identifica y define, y que a veces, también nos hace sufrir. Es difícil en estos tiempos virtuales darnos el tiempo para conversar cara a cara como lo hacían nuestros antepasados: alrededor de una fogata a la luz de la luna escuchando relatos de “ánimas aparecidas”. Guy, deseamos que pases un feliz cumpleaños en compañía de tus amigos y familiares. Aunque no nos veas…¡ahí estaremos!

jueves, septiembre 20, 2007

Corsa en el taller

Hoy fuimos Gladis y yo a la aseguradora ING (la del leoncito) para hacer efectivo el pago por daño de colisión. Por lo atestado del lugar, supongo que no les esta yendo nada bien a las aseguradoras. Actualmente vivimos en un estado permanente de distracciones y es frecuente encontrar personas haciendo más de una tarea a la vez. El resultado: no lograr hacer nada bien. Por ejemplo, platicando hace unos días en el Chat con Kory y Marisol a la vez, terminé diciendo a Kory lo que quería comunicar a Marisol. Claro, esto no trajo consecuencias a nadie pero no siempre es así. A leguas se pueden ver las implicaciones de estas prácticas. Tan cierto es esto que por una de estas implicaciones andamos dando vueltas, yendo de aquí para allá, entre ventanillas y puertas, entre fotostáticas y firmas, viendo caras largas de aburrimiento en la espera de la siguiente entrevista. Por fin el valuador nos atendió y nos puso a elegir si nos daban el dinero en efectivo o si preferíamos que ellos lo enviaran a un taller. Obviamente optamos por lo segundo que a fin de cuentas terminó siendo lo mismo. Llévenlo al taller de su preferencia para que les haga un presupuesto, y si me lo traen antes de las 2 les doy el cheque hoy mismo –terminó diciendo el valuador. El taller de nuestra preferencia resultó ser el que nos recomendó (taller automotriz los olivos). Llegamos y ya nos esperaban en el taller. El presupuesto fue de 6,400 y lo llevamos inmediatamente al valuador; este llamó al taller para informar que les iba a pagar 3,900. Todo este royo no me quedó nada claro; solo espero no terminar pagando la diferencia de 1,500. Para terminar de amolarla (y perder más tiempo), el cheque tenía que ser depositado invariablemente en una cuenta de banco. Terminamos llegando casi a las 16:00 horas a la casa. Todo esto porque alguien ocupo su tiempo en otra cosa (menos de 5 segundos) mientras manejaba.

miércoles, septiembre 19, 2007

Mala pata

Había escuchado últimamente a mis compañeros quejarse de la mala suerte de sus esposas al ir conduciendo en Villahermosa. El mes pasado mi amigo Enrique estaba preocupado por que a su esposa le habían golpeado el coche por atrás cuando conducía en el centro. Como consecuencia de esto, anduvo con collarín varios días. Ayer, un compañero del trabajo recibió una llamada de su esposa comunicándole que recién le habían golpeado el coche por atrás. Una vez que colgó el teléfono, lo vi llevarse las manos a la cara exclamando “No, otra vez no”. Hoy me tocó a mí. Recibí una llamada de Gladis a medio día informándome que le habían golpeado el coche por atrás. Afortunadamente ella no recibió el choque en forma directa, fue la que estaba estacionada atrás la más perjudicada (otro corsa). Este coche si quedó muy dañado. Ojala el nuevo reglamento de transito ponga un poco de orden y haga que aflore el sentido común (aunque sea a la fuerza) entre aquellos conductores que no quieran prestarnos sus calles. Mientras tanto ya nos perjudicaron, ahora tendremos que prescindir del coche por lo menos 15 días para que le enderecen la cajuela que le quedó un tanto descuadrada. Además, tendré que perder medio día de mañana cumpliendo con los requisitos que pide la aseguradora. Ya desde ayer pintaba mal la cosa; la señora que le ayuda a Gladis me llamó al trabajo (cosa que nunca hace a menos que sea una urgencia) y la conversación marchó más o menos como sigue:
-Don Mauro?
-Si, él habla. Qué pasó?
-¡Hay Don Mauro!, fíjese que el perro medio mató a un gallo y no he podido comunicarme con Doña Gladis, no me contesta el teléfono.
En ese momento mi imaginación se echó a volar ágilmente –De seguro se le salieron los perros y ya andan masacrando a los vecinos –pensé.
-Le ha estado llamando a su celular?
-Si, pero no me contesta.
-Llámele a la casa de su mamá ¿sabe usted el teléfono?
-No.
Bueno, horita que cuelgue llámele al número…¿lo anotó?
-Si.
-Dígame, se le salieron los perros?
-No. Los perros no se salieron, fue el gallo el que voló y calló adentro. Se los quité tan rápido como pude pero para entonces el pobre ya no tenía plumas y en algunas partes ni pellejo.
Me quité un gran peso de encima al escuchar que no fueron los perros los que cazaron al gallo.
-Bueno, llame a Gladis a ese teléfono y haga lo que ella le diga y colgué.
Ya en la tarde a la hora de la comida Gladis me informó lo que le ordenó hacer –lleve lo que quedó del gallo a la dueña y explíquele lo que pasó exactamente como me lo dijo a mí.
-¿Y que fue lo que le dijo la dueña? –pregunté.
-Dígale a Gladis que no se preocupe por este gallo pendejo…¡para que se metió el muy cab…!
Por cierto, hoy se cumplen 22 años del terremoto que azotó a México aquella fatídica mañana del 19 de septiembre de 1985. En aquel entonces pasé por esa ciudad a menos de un mes de sucedido este desastre y la cosa estaba francamente fea.

martes, septiembre 18, 2007

Que bonito es ver llover

Que bonito es ver llover y no mojarse. Hoy me despertaron truenos y relámpagos. No es frecuente escuchar esta clase de borlote en las mañanas, por lo general vienen acompañando al ocaso. Hoy les dio gana dejarse venir con el alba. Pero no llegaron solos, los acompañaba una lluvia tupida compuesta de gotas gordas que caían verticalmente. No había ni el más mínimo viento que las desviara de su trayectoria recta. Inexorablemente iban tras su destino…un estrepitoso ¡plas!. Me paré un instante en el umbral de la puerta esperando el valor suficiente que impulsara a cualquiera de mis pies a dar el primer paso. Mientras mis dos miembros terrestres se echaban un “volado” a ver quien se responsabilizaba de mojar al resto del cuerpo, mis ojos estaban como hipnotizados con la cascada que tenían enfrente, formada por la marquesina que tiene la casa en la entrada principal y magnificada por la pendiente del techo de dos aguas. Por fin, el pie derecho se animó a dar ese paso ingrato que llevó al resto del cuerpo a recibir un cubetaza de agua fría que me dejó el poco pelo que me queda como lamido de vaca. Luego, otra cortina de agua me recibió al entrar a la cochera. Esta terminó de mojar lo que me quedaba seco. Esta lluvia me acompañó hasta el complejo. Debo agradecer a la lluvia además de la compañía, la lavada de carrocería. Ya le hacía falta al pobre coche una bañadita.

martes, septiembre 11, 2007

Sabotaje

¿Por que escogieron estas personas volar ductos de pemex?. ¿Por que parar la producción del país?, ¿Por qué afectar a todos los mexicanos?. ¿Quiénes están atrás de todo esto?, ¿Se conformarán con esto o será solo el inicio de algo mas grande?. Son preguntas que no me puedo responder, por más que trato, no encuentro justificación. Estas seis bombas en Veracruz y las anteriores en el centro del país me hacen pensar que México ya es parte de los países tristemente secuestrados por grupos fundamentalistas. Desgraciadamente se ha visto en otras partes que este efecto es escalable, que lejos de disminuir, aumenta. ¿Luego de los ductos qué seguirá?, ¿Las refinerías? ¿Las petroquímicas?, ¿Las presas?, ¿Las estaciones generadoras de electricidad?, ¿Las líneas de transmisión?. Nunca entenderé por que ciertas personas desahogan sus frustraciones personales afectando a todos los demás. Solo sé que existen individuos que piensan “si no lo puedo tener, entonces nadie lo tendrá”, o bien, “si yo sufro, entonces es justo que los demás sufran”. No creo que sean tan inocentes en pensar que solo afectan al estado o a los ricos…¿o sí?.

domingo, septiembre 09, 2007

El césped

Terminó el mes de agosto y con él se fueron las flores del framboyán. Es una época en que la vegetación crece rápidamente regada por las lluvias que depositan los huracanes que nos visitan desde el caribe. Me gusta el olor del pasto recién cortado; es un aroma que invita a detenerse y a dar profundos respiros. Digo esto porque hace unos días hubo en el complejo una campaña para recuperar de aquella mancha verde algunas áreas invadidas. La vegetación estaba tan alta que fácilmente podía caminar alguien por ella sin ser visto. Una vez terminada la poda, las áreas despejadas aparecieron bastante diferentes; entonces descubrí que lo que estaba oculto tras aquella densa vegetación era un intento de jardín. Lo mismo pasó en la casa, Gladis se vio obligada a contratar a una persona para que recuperara el esplendor de sus plantas del tremendo zacatal vivienda de gran cantidad de bichos. Por otro lado, se esta terminando la primera mitad de septiembre, mes patrio en el que pululan las banderas y toda clase de artículos que nos despiertan el sentimiento nacionalista. Ya pasado el debate curulero sobre el tema tan importante y “trascendente” de legislar sobre la forma del informe presidencial y de negociar el descabece del IFE (institución supuestamente “independiente”), nuestra honorable y patriota casta política ya ha de estar dirigiendo su infinita sapiencia para legislar sobre la forma y el lugar en el que se han de dar los sucesivos gritos de independencia. No hay duda, tenemos mucho que celebrar este 16 de septiembre. ¡Viva México!