Visitas de la última semana

domingo, abril 25, 2010

Furor gatuno

Hoy llegó pachis a casa en un estado lamentable. Un pedazo de piel de la mejilla derecha desapareció. Solo le quedó un colgajo sanguinolento en lo que otrora fue pelos color miel y blancos bigotes. No es la primera vez que le sucede esto. Todo por andar de coscolino persiguiendo gatas como poseso. El muy concupiscente no se da tiempo ni para comer. Tan pronto llega a casa se dirige a donde ya sabe que le espera su plato de croquetas. Traga rápido como quien tiene asuntos de alto calibre que atender, da algunos rápidos lengüetazos al traste del agua y sale luego hecho un bólido como si lo persiguiera un incendio atizado con brea y trementina. Hoy Gladis le tapó a la casa todas las salidas que pachis utiliza en sus ya frecuentes devaneos nocturnos todo con el afán de darle tiempo a que sanen sus heridas y que se le disipe un poco la temperatura que le quema las entrañas. El verse copado le hizo tanta mella que empezó a maullar con tanto furor que ni cuando llega tasajeado. Esta vez no había manera que llevara a cabo su acto maestro de desaparición tantas veces ensayado emulando el realizado por el gato de cheshire en el país de las maravillas.

domingo, abril 18, 2010

Mango cargado

El mango de la casa esta que no puede con tanto peso. Las ramas inferiores están a un metro escaso del piso. La razón de este sobreesfuerzo es el peso de las frutas. Ahora, el andador de la casa está tan copado con ramas, hojas y frutas que se hace necesario rodearlo para no resultar aruñado o sin un ojo. No sé si las ramas del árbol son las que se están haciendo débiles o es la cantidad de mangos que cada una tiene que soportar. El hecho es que a los mangos les hace falta crecer todavía un tercio más y las ramas del árbol ya están que se rompen de puro cansancio.

sábado, abril 17, 2010

Calor

Fuimos Gladis y Yo a Villahermosa. El calor estaba terrible. Regresé con una jaqueca espantosa. En la calle, el termómetro del carro marcaba 47°C. El aire acondicionado no se daba abasto a desalojar la carga térmica del interior del vehículo. La radiación pasaba integra a través del parabrisas y solo era detenida por nuestros rostros que a esa hora lucían rojos como tomates. Mi frente se llenó de pequeñas gotitas, una por cada poro. Rápidamente, esas esferas líquidas diminutas se convirtieron en gotas gordas que rodaban por nariz y mejillas impulsadas por su propia robustez. Todo se alborota en esta época. Las aves no se cansan de lanzar al aire sus canticos amorosos y los árboles donde se posan lucen mazos de flores estupendas favoreciendo con ello a las abejas que luego cumplirán su papel de polinizadoras en esta importante cadena de favores donde los humanos resultamos beneficiados cuando robamos su miel.

jueves, abril 15, 2010

Clima loco

El clima está medio loco. Esta semana se han alternado días de calor y de lluvia. Nada menos el día de hoy las nubes están atronadoras y relampagueantes. El cielo se puso de mal humor en un dos por tres y ahora mismo está como queriendo pelear. Las voces vespertinas de la laguna se silenciaron súbitamente presagiando seguramente la bilis que se avecina. El ocaso fue imprevisto: todo estaba envuelto en una luz anaranjada que daba a la tarde un aspecto de languidez inusual. Un gavilán (¿o sería un halcón?) posado en el palo de una cerca no atinaba a descifrar el enigma que le imponía aquella situación: ¿Será de noche? ¿Será de día?

Hoy platiqué un ratito con Tony. Aficionado como yo a la guitarra. Compañeros de un coro de feligreses en la Iglesia de Sta. Cecilia en Guadalajara Jalisco. También, compañeros jóvenes de estudiantina y rondalla. Trovadores de fin de semana. Compadres. Acompañantes de serenatas esporádicas. Gran amigo. Un recuerdo de aquellos días de encanto para Él, su esposa Marta y su hija Brenda, mi ahijada.