Visitas de la última semana

domingo, febrero 26, 2006

Un día templado

Hoy mi cuerpo recibió un adelanto de lo que puede ser la próxima primavera. Mi piel sintió los efectos de la radiación solar y mi vista el resplandor cada vez más vigoro de sus rayos. Aunque hubo un pequeño intento de las nubes por contrarrestar esta incandescencia a través de una ligera llovizna, no fue suficiente para dar al ambiente el refresco que estábamos esperando. Lo que si lograron estas gotitas fue dejar un magnifico olor a tierra mojada que realmente disfruté. En esta época del año es difícil no ver el inicio de la transformación que la naturaleza prepara para recibir a la primavera. Es como si la vegetación se contagiara del color y algarabía de las comparsas carnavalescas de estos días. Los macuilís exhiben soberbios sus magníficos ramilletes de diminutos alcatraces rosados. En la base de sus fuertes troncos se extiende a su alrededor una gruesa alfombra circular formada por estas bellas flores arrebatadas de sus ramas por el inclemente viento de febrero. Los cocoítes no quieren quedarse atrás y empiezan a asomar su botones tímidamente como sondeando el ambiente. Los tulipanes de la india ya tienen un mes presumiendo sus grandes flores rojas y el pom pom flor ya comienza a suministrar de néctar a sus habidos clientes alados por medio de su cáliz redondo y amarillo. No hay duda que toda la naturaleza, incluyendo a los seres vivos que en ella viven (con patas y alas) empieza a alborotarse en esta época del año. Hoy me levanté a las 7 a.m. para ir al baño y pude escuchar el alboroto que tenían ranas y aves que junto con nosotros colonizan este aislado lugar.

sábado, febrero 25, 2006

De todo un poco

Estas dos últimas semanas han sido malas para la familia Burelo. Don Lucio fue a dos sepelios casi seguidos. Dos de sus hermanas murieron en un intervalo de una semana. Con decirles que la segunda que murió lo hizo después de haber estado en el velorio de la primera. Es extremadamente difícil decir adiós a un familiar, decir adiós a dos casi al mismo tiempo, ni siquiera lo imagino. Además, esta semana (jueves) operaron también a Doña Matilde de un ojo. Esta operación ya era necesaria. Sus lentes eran muy pesados a causa de tener cristales tan gruesos. A los médicos se les hacia ya muy complicado darles mayor graduación. En una semana más, será operada del otro ojo. Por otro lado, Lucio Jr. empezó esta misma semana con dolores en la vesícula, síntoma inequívoco de que la tiene empedrada. Pobre, no puedo más que compadecerlo. Hoy asistimos a una boda. Se casó un sobrino de Gladis, o mejor será decir que lo casaron. Y es que lo que tenía que haber hecho de casado, lo hizo antes (un bebe). Este nuevo matrimonio suma entre ambos escasos 35 años. Tienen casi la edad de Pedro. Me atrevo a asegurar que no tienen ni idea del tamaño de responsabilidad y exigencia que obliga el cuidado de un ser humano, es más, ni siquiera la necesitan. Es muy probable que esta responsabilidad, sobre todo en los primeros años de crianza, recaiga en alguna de las mujeres que dentro de muy poco se estrenarán como abuelas. Para aquellos que próximamente serán padres, probablemente estarán viendo en este nuevo ser una especie de tamagochi. Ambos pertenecen a la era de la cibernética, por lo que estarán pensando que todo es cuestión de oprimir “botoncitos”. Citando a los Beatles, a esta pareja le espera un largo y sinuoso camino de aprendizaje. Los seres humanos somos de las pocas especies de seres vivos (por no decir la única) que tenemos descendencia antes de contar con los conocimientos, recursos y habilidades indispensables para enseñar a los cachorros a sobrevivir con calidad. En las otras especies de seres vivos, esto pasa solo cuando se les cría como mascotas o se les obliga a vivir solos y en cautiverio, alejándolos de su ambiente natural y privándolos de las enseñanzas de sus iguales. Siempre será una desventaja para la descendencia humana que su capacidad hormonal sobrepase con mucho su capacidad neuronal.

sábado, febrero 18, 2006

Las opciones de Pedro

Se están aclarando las opciones de estudio para Pedro. Hoy presentó dos exámenes: el primero para la Universidad del Valle de México y el segundo para la Universidad Autónoma de Guadalajara. Dos exámenes en el mismo día. Uno lo presentó en la mañana y el otro en la tarde. Mañana estamos invitados para asistir al hotel hayat de Villahermosa en donde el Tecnológico de Monterrey organizará una reunión con el fin aclarar dudas en cuanto a los trámites y solicitudes para los estudiantes de nuevo ingreso. Vendrán representantes de varios campus entre ellos el de Guadalajara. Esperemos no dejar ninguna pregunta importante en el tintero.

miércoles, febrero 15, 2006

Día del dolor y la soledad

Así fue el día de ayer 14 de febrero para Gladis. Desde hace tres días ha tenido que soportar una terrible lumbalgia. Ya ha padecido con anterioridad esta molestia pero en esta ocasión la he visto francamente muy desdibujada por los ataques de dolor tan agudos que le ha traido esta contractura muscular. Empezó con la molestia desde el domingo y se le recrudeció el lunes en la noche al grado que me vi en la necesidad de llevarla a la clínica. El médico le recetó dos diferentes pastillas, las que aceptó solo a regañadientes por el temor a sus consabidas alergias. Con el fin de que las tomara inmediatamente, fuimos a la casa de sus papás para que Don Lucio la vigilara por si acaso le provocaban alguna transformación estilo hulk. Aún así, solo logramos que se tomara uno de los dos susodichos medicamentos. A partir de ese día, el tiempo ha sido bastante malo para ella, sobre todo cuando tiene que sentarse, pararse, dormir o bañarse. Me extrañó que el médico, aún viendo su estado, le recomendara guardar como mínimo tres días de reposo ¡ni siquiera podía caminar!. A bonita hora le vino a dar este mal, precisamente cuando no tiene a nadie quien le ayude con el trabajo de la casa. Desde que despidió a Romana no ha podido conseguir a nadie más. De plano, esta saladita. Precisamente ayer, nos vimos en la necesidad de dejarla sola con su discapacidad. Pedro y Ale se quedaron en Villahermosa después de clases para festejar con sus amigos el día del amor y la amistad y yo me vi en la necesidad de regresar al trabajo y permanecer ahí hasta las 8 pm. Teníamos programado que yo fuera por nuestros hijos después de salir del trabajo pero Gladis ya no quiso quedarse más tiempo sola y como pudo (despacio, despacio, despacio) se cambió de ropa y optó por acompañarme. Hoy ya se sintió mejor (y se ve mejor) al grado de haber tenido el ánimo de ir a visitar a su mamá a Reforma.