Recuerdo vagamente un día de octubre o noviembre de 1966 en el que iba junto a mis padres y hermanos en un autobús de pasajeros con rumbo a la ciudad de Guadalajara. Tengo guardado en la memoria una noche en particular en la que miraba a través de la ventanilla de un autobús de pasajeros las estelas de luz de los faros cortando la oscuridad de la noche. Recuerdo también la sensación cálida de protección que la familia me proporcionaba. Esa sensación alejaba de mi interior cualquier sentimiento de ansiedad o miedo por el cambio de vida que recién iniciábamos. Era para mí como adentrarme en lo desconocido con la visión de un aventurero estimulado por la promesa de descubrir cosas nuevas. Para mis padres la sensación era con seguridad contraria a la mía. De aquí deduzco que ambos eran muy valientes y que su confianza en si mismos era grande. El salto de la Soledad –una pequeñísima población rural perdida en los confines del norte Jalisco– a la capital del estado era descomunal. Estos saltos culturales requieren una capacidad camaleónica de mimetismo, de adaptación, de ingenio, de saber marchar contra corriente, pero sobre todo de trabajo y solidez de principios. En aquella noche de estelas de luces íbamos en el autobús mi padre Pedro Conchas de 41 años, mi madre María Patrocinio Muñiz de 39 años, mi hermano Gregorio de 18 años, mi hermana Josefina de 14 años, mi hermano Jesús de 12 años, yo, que en aquella noche contaba con 7 años, mi hermana Yolanda de 5 años, y mi hermano Gustavo de 2 años. Mi hermana toña de 20 años no nos acompañaba. Ella ya estudiaba y trabajaba en Guadalajara. Íbamos a visitarla de paso para posteriormente continuar a Nayarit nuestro destino final. Añoro esa época temprana de los primeros años en Guadalajara en que todos cuidábamos de todos, más concretamente, los grandes cuidaban a los chicos. Las carencias económicas eran grandes pero la unión familiar las compensaba. En el mundo, el socialismo parecía ganarle terreno a la democracia capitalista (delantera que se notaba especialmente en la conquista del especio). El Che Guevara salía de Cuba a ganar espacios para la revolución en Latinoamérica y Mao Tse Tung iniciaba la sangrienta revolución cultural en China. En EU se desarrollaba la lucha antisegregacionista con Martín Luther King y Malcom X a la cabeza. EU y la URSS median fuerzas en la guerra de Vietnam. Los Beatles estaban en la cúspide de la fama.
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