Visitas de la última semana

viernes, diciembre 30, 2016

El curioso caso de los libros olvidados

Llamó mi atención el dato compartido por Dany, compañero de preparatoria, sobre el curioso caso de los libros olvidados a la vista (y a la mano) de los peatones. Libros abandonados en la batea de una camioneta estacionada en la calle con el único propósito de que otros se deleitaran con su lectura. Los libros estuvieron expuestos 4 días al sol y soportaron pacientes el sereno de 4 noches sin sufrir una sola baja. El mexicano, listo como es, abierto siempre al conjuro de oscuras conspiraciones, sospecharía inmediatamente de las azopilatadas intenciones escondidas detrás de aquella inocente acción de abandonar en la calle 4 cajas llenas de paquetes de papel reciclado. Ante un escenario como este un mexicano promedio dibujaría una sonrisa irónica en su cara de bronce a la vez que se preguntaría ¿Para qué llevar a mi casa la basura de otros? ¡A quién se le ocurriría tal despropósito! Aunque pensándolo bien tal vez lo hiciera recapacitar la irrupción violenta de algún pensamiento huérfano fugaz ¿Necesito hacer una lumbrada? ¿Tengo algún mueble con pata coja? ¿Necesito una silla temporal? ¿Necesito material para origami?.
Aunque existe otra posibilidad en este curioso caso de los libros olvidados. Quizás tenga que ver con la extravagante honestidad de los habitantes de esa colonia que les repelió apropiarse del valioso activo familiar de algún distraído vecino. Quizás hizo falta un anuncio con la leyenda “se regalan libros”. Me gustaría pensar en la veracidad de esta utópica y cándida posibilidad.

jueves, diciembre 29, 2016

Las visitas

Nuestra familia se reúne completa una vez al año. Generalmente estas reuniones coinciden con la última semana del año. Esta vez la celebramos en navidad para que Pedro pudiera cumplir un compromiso en año nuevo. También nos visitó Alexa que llegó el domingo de Guadalajara. El lunes nos fuimos todos a Palenque  y a las cascadas de Agua Azul que son destinos obligados para los visitantes de este hermoso estado de Chiapas. El martes le festejamos el cumpleaños a Pedro en el Rodizio y el miércoles su abuelita Maty le obsequió una ración de la comida exótica que tanto le gusta: asado de tepezcuntle y armadillo acompañado de una rica salsa con harto chile habanero.
-¿Que cosa es el tepezcuintle? Preguntó despreocupadamente Alexa mientras sostenía con su mano derecha una gorda porción de pierna de tepezcuintle.
-Es como un cerdo de monte, le informó Pedro en su calidad de enterado y comensal aventajado de estas exquisiteces. Mientras Alexa paladeaba un bocado de carne magra del tepezcuintle.
-Es una especie de roedor de color castaño y rayas longitudinales blancas, tercié yo en mi carácter de chocarrero mediador. Además me asistía el derecho que tiene todo comensal de conocer el origen de todo aquello que trituran sus molares.
-Las facciones de Alexa reflejaron inmediatamente la batalla interior que libraba para no lanzar lejos aquella porción de pata que le quemaba la mano.
-Son totalmente herbivoros. Se alimentan de tubérculos, vástagos, hojas, semillas y frutas, dije a Alexa tratando de componer un poco la situación que descompuso mi lengua suelta y franqueza desatinada.
Ya no hubo manera de dirigir por buen camino su apetito. Estuvo buen rato cavilando en la mítica experiencia que acababa de tener. Probablemente tenía el mismo temor que invadía al doctor Jakyll en vísperas de ser visitado por el señor Hyde.

jueves, diciembre 22, 2016

Las antiparras


El martes recibí mis nuevos lentes. Antes no los utilizaba más que para leer. Según la opinión del oftalmólogo ya va siendo hora de que los utilice para siempre. Me informó también que debido al exceso de carnosidad que tengo en el cuerpo, parte de ella se me está colando al interior de los ojos. El ojo derecho está siendo más acaparador que el izquierdo. Válgame, resulta que la igualdad no existe ni en los ojos. No estamos haciendo buenas migas las antiparras y yo. A cada rato me quieren zancadillear. El miércoles trastabillé en la escalera de la oficina y poco faltó para que mis dientes quedaran regados en el piso. Hubiera sido lamentable ensuciar desde temprano ese piso tan lustroso además de que hubiera representado un fastidio para las personas que hacen la limpieza. Que fácil es romperse la crisma sin ayuda, y sin siquiera pensarlo. Un dolor sordo en la rodilla izquierda me recuerda cada rato esa traicionera zancadilla. Por más que los especialistas echaron mano a los últimos adelantos en la óptica, y por más que realizaron un sinnúmero de cálculos peliagudos (la persona de la óptica en ratos cerraba un ojo, en ratos se mordía la lengua, en ratos fruncía el ceño y en ratos se limpiaba la sudoración), creo que estos lentes nomás no se lograron. Su sistema progresivo parece que quedó chueco o quizás los resortes de mi sistema óptico perdieron ya su brío. Estoy convencido de la dificultad que enfrenta la tecnología al intentar copiar lo que la naturaleza hace sin ningún esfuerzo desde hace miles de años. El caso es que esta semana me di de alta (como elemento sobresaliente) en el concurrido grupo de débiles visuales.

martes, diciembre 13, 2016

Bachilleres II

Que memoria tan mala la mía. Recuerdo muy poco de la preparatoria. Para ser honesto, no toda la culpa la atribuyo a la memoria. Comprobada es su volatilidad cuando, con los años y por distintas circunstancias, dejamos de utilizar algunos recuerdos. Sin que nadie los traiga y los lleve al bullicio, a la fiesta o a las tertulias, los recuerdos mueren encadenados en las húmedas mazmorras del olvido. Me acuerdo por ejemplo del libro de texto “Lecciones preliminares de filosofía” del español Manuel García Morente. Era el año de 1975. Seguro este retazo de pasado resistió el paso del tiempo a consecuencia de la impresión que me produjo su lectura. El maestro de filosofía, chileno de nacionalidad, de cuerpo flaco, estatura regular, pecho hundido, cabello y bigote negro, y voz rasposa, era de inclinación socialista. Nos referíamos a él como “el chileno”. Este maestro cautivó a sus alumnos con su heterodoxia y clara retórica. Permeó mayormente entre las mujeres quienes lo llegaron a proponer como profesor del siguiente curso. Sus argumentos no alcanzaron para convencer a las autoridades de poner en práctica aquél plan iluminado. El chileno cerró su curso mediante el sesudo análisis que explicaba la nefasta conducta imperialista de aquel famoso personaje de historieta estadounidense, ahora ya desaparecido, llamado “El súper ratón”. Los demás sucesos relacionados con este personaje han quedado ocultos bajo numerosas capas de obscuro barniz añoso. Nunca supe si este maestro llegó a México exiliado como consecuencia del cuartelazo perpetrado por Augusto Pinochet en Chile; golpe que derrocó en 1973 (y motivó su muerte) al entonces popular presidente socialista electo Salvador Allende. En aquella época yo estudiaba guitarra en una academia particular ubicada en Av. Chapultepec bajo la floja supervisión del maestro Guillermo Díaz Martín del Campo. El grupo Mocedades, Camilo Sesto, Julio Iglesias, José Luis Perales y Roberto Carlos sonaban hasta el cansancio en la mayoría de los radios del trasporte urbano de Guadalajara. El deportista mexicano del momento era el tenista Raúl Ramírez famoso por sus continuas victorias sobre nuestros pesados vecinos del norte.

domingo, diciembre 11, 2016

Las marchas blancas

Tenemos a mi hija Alejandra de visita en casa desde el jueves. Hoy después del desayuno (que en domingo, para este que escribe es casi comida) la vi entrar sola a la casa; venía de la calle.
-Pensé que andabas con tu mamá -le expresé plácidamente semiacostodo desde mi sillón-cama favorito.
-Fui a la marcha con Kory –fue su lacónica respuesta mientras cerraba la puerta con la mano que tenía libre porque con la otra sostenía un globo blanco en forma de corazón con las palabras “paz” en una cara y “justicia” en la otra cara.
No existe nada capaz de consolar a una madre que ha perdido a su única hija asesinada por sus secuestradores. La mataron aun habiendo pagado su familia el monto de su rescate. Esto solo se explica cuando la maldad es pura. Así, sin más adjetivos que la califiquen. Maldad atávica de seres vivos primigenios.
Este cobarde asesinato fue el que detonó, con el esfuerzo de esta madre tan acongojada por la impotencia y la tristeza, el movimiento social que ha iniciado en Villahermosa como consecuencia de la inseguridad en que están viviendo sus habitantes. Todo ocurre ante la mirada impasible de su gobernador Arturo Núñez quien vive días de acuartelamiento en la casa del gobernador conocida como “la quinta Grijalva”.

viernes, diciembre 09, 2016

Bachilleres I

El 9 de noviembre de 2015 nació el grupo H en WhatsApp. De esta forma se dio el reencuentro de bachilleres 1975-1978 egresados de la preparatoria número dos de la Universidad de Guadalajara en Jalisco. El grupo comenzó con 7 elementos entre los cuales destacó Susy quién fue la promotora del reencuentro. Hoy agrupa 29 de los 60 alumnos que fuimos hace 40 años.
Agradezco la oportunidad que se me brinda de conocer el paradero de mis antiguos compañeros de lápiz y de papel. Fuimos condiscípulos del mismo pesar en nuestras andaduras por la rocambolesca mayéutica de Sócrates. También fuimos mudos testigos de los crudos dramatismos de las tragedias de Eurípides. Fuimos un grupo de impertérritos bohemios dulcificados en medio de un México priista convulsionado por las refriegas guerrilleras que se oponían al mismo sistema de gobierno que Mario Vargas Llosa calificaría de “dictadura perfecta” un par de décadas después. En esa época se disputaban el liderazgo de los alumnos dos facciones antagónicas. Se pensará que las discrepancias de estos grupos se debatían en el terreno de la dialéctica que estaba muy de moda entre los combativos universitarios de aquel tiempo. No era posible pensar de otro modo puesto que en filosofía se leía el libro rojo de Mao y en lógica aristotélica se aprendía a argumentar en el mismo argot combativo de la época. Pues nada de esto sucedía. Sus diferencias generalmente eran dirimidas a garrotazos en el campo de batalla (dentro o fuera de las aulas). Nosotros, bohemios dulcificados, llegamos a participar en forma involuntaria (como daño colateral) en más de una riña cuando deteníamos el vuelo de un garrote con el lomo o con la choya. 

jueves, diciembre 08, 2016

Mamá, estas tastigada

- No…no vas a tomá tu labto ma, ni tu labtubetses
- ¿Por qué?
- Poque no
- ¿Y por qué?
- Poque estas tastigada
- ¿Yo estoy castigada?
- Sí.
- ¿Y yo que hice?
- Tidaste el…e  vas… e… e la esa chosa e boste e… e belastico en el chile… y tas tastigada.
- ¿Yo estoy castigada?
- Sí.
- Yo no lo tiré
- Sí. Si lo tidaste.
- ¿Ha si?
- Tú tidaste e plato e quistál.
- ¿El plato de cristal?
- Sí.
- ¿Tú lo viste?
- Sí.
- ¡Ha! ¿Y ahora estoy castigada?
- Sí.
- mmm… ¿y se lo vas a decir a papá?
- Sí.
- mmm… tú también estás castigado.
- ¿Poqué?
- Porque le pegaste a una niña con un palo ayer.
- … risa nerviosa.
- Estás castigado también.

martes, diciembre 06, 2016

Llegada a Huejuquilla

Llegamos el jueves 29 de septiembre a Huejuquilla. Eran como las 4 o 5 de la tarde cuando me estacioné a un costado de la plaza. La única referencia que llevábamos de la tía Jesusita era que uno de sus hijos vendía chicharrones en la plaza del pueblo los fines de semana. Amenazaba lluvia cuando descendimos del coche cerca de la iglesia. Mientras estiraba las piernas mis hermanos oteaban los alrededores tratando de encontrar caras conocidas.
“Canija carretera; es justo decir que está atiborrada de curvas muy cerradas, sobre todo antes y después de San Cristóbal de la Barranca. También existen no pocos tramos de carretera en los que abundan los traicioneros vados. El trayecto es como una víbora que zigzaguea penosamente ascendiendo y descendiendo escabrosas laderas húmedas y pedregosas. Más allá de los arroyos cimarrones cuyos lechos rocosos se abren paso por hondos acantilados, lo más digno de mirarse es ese bosque frondoso formado por encinos, robles y pinos que escoltan la carretera igual que gallardos guardianes celosos de su deber. Este fresco bosque pródigo en aromas dulcificados confiere a los excursionistas una tranquilidad absoluta. Su verde frondosidad cautiva y empequeñece a los buenos observadores.”
Un rico olor a fritanga me sacó de mis cavilaciones. Como aquél que disimuladamente mete baza en una disputa, la nariz me incitó a encontrar el origen de lo que ya me estaba produciendo un afluente de jugos gástricos sin control; pronto di con él. Resultó ser un sencillo puesto de comida en donde una buena señora cocinaba unas típicas enchiladas rojas de queso añejo. Resultó ser que la carnicería de nuestro primo chicharronero, según nos informó Chepina quién no perdió tiempo en iniciar con los trabajos de inteligencia, estaba ubicada en la misma cuadra del puesto de enchiladas que acabábamos de descubrir. Mientras esperábamos al hijo que nos llevaría a la casa de la tía Jesusita, sin demora nos acercamos al puesto y dispusimos de unas ricas y auténticas enchiladas ¡Guisadas con manteca!

domingo, diciembre 04, 2016

Tres años y medio

-“Dile a yoyó que venga a mi tasa” es el recado que siempre me manda mi nieto Alex con Gladis cuando ella se despide de él en su casa.
Tiene tres años y medio pero recién este año se permitió el acceso al espacio cognitivo en donde el ser humano tiene el reservorio de la magia y la prestidigitación con los que crea todas las ciencias y las artes. Ya encontró la punta de la hebra que le permitirá desenmarañar los estímulos que sus sentidos perciben de la realidad, y como si de un juego se tratara, transformarlos luego en palabras con las que expresará claramente sus deseos mediante oraciones cada vez más complejas. Ya aprendió que lo real y lo concreto se pueden codificar en imágenes y símbolos que luego podrá utilizar a su antojo para crean ideas totalmente abstractas en su mente mediante el uso de la prodigiosa imaginación. Ahora nada lo desviará de este proceso que lo motivará a aprender más vocabulario y crear con él nuevas y más complejas combinaciones de palabras que lo ayudarán a desentrañar poco a poco el mundo y entender con mayor certeza las complejidades de las personas. Yo creo que va siendo hora de enseñarle el proceso inverso: descubrirle un mundo abstracto, construido únicamente de palabras que luego él pueda transformar a su realidad concreta utilizando para ello sus propios medios. Leerle.

sábado, diciembre 03, 2016

La tía Jesusita

Nada. La calma que tanto anhelé aquel lejano febrero de 2015 no llegó. Tampoco el año que le siguió fue pródigo. La economía de México está mal. Y próximamente con la ayuda del recién electo presidente de EEUU, el republicano Donald Trump, sin duda se pondrá peor. Él tiene el bate en las manos y nosotros somos las pelotas. Este juego disparejo iniciará recién comience el 2017. Ni el screwball de Fernando Valenzuela nos salvaría de esta paliza que ya se logra atisbar en el cercano horizonte de los mexicanos.
En septiembre de este año visité mi tierra, La Soledad municipio de Huejuquilla el Alto Jalisco. Tuvieron que pasar más de 40 años para que este deseo se concretara. Me acompañaron en esta aventura Gladis y mis hermanos Gregorio, Josefina y Yolanda. Este viaje lo motivó mi deseo muchas veces aplazado de conocer a mi tía Jesusita; la hermana mayor de mi madre. Ella es una viejecita lúcida, platicadora y muy receptiva. Cuando platicaba de sufrimientos parecía hablar de banalidades. Los 98 años que cargan sus huesos la hacen caminar muy despacito. Su humor es excelente y su apetito es voraz. Se desplaza por su casa ayudada por un bastón que la acompaña a donde quiera que vaya. Su timbre de voz es agudo y rasposo, seguramente de tantos años que tiene platicando consigo misma. Escucha bien pero ve mal. Su estatura es bajita y su complexión delicada. Diría que un ventarrón la podría derribar. Podría afirmar que su estatura es la misma que tenía mi madre. Su tez morena está apretujada de pliegues que le dan un aire de estoica antigüedad. Su cabeza coronada por un manojo de pelos ondulados blancos está llena de gratos recuerdos de su difunto esposo y de un pasado de duro trabajo en el campo junto a sus hijos.
-¿Y quién es este niño? –preguntó cundo su vista se topó con la figura de Gladis (unos días antes ella se había cortado el pelo al estilo castrense).
-Es mi esposa tía. Parece niño pero en realidad es niña. Su nombre es Gladis, aunque bien pudo llamarse Magnolia. Comentario que acompañé con un guiño a mi esposa.