Visitas de la última semana

martes, noviembre 17, 2009

Mosquitos

En estos días han proliferado los moscos. Los encharcamientos son la causa de este fecundo brote cuyo enjambre se abalanza sobre todo lo que se mueve. Por lo general era solo en las tardes cuando salían estos bichos alados a punzarnos con su chuzo y a sorbernos como malteada. Sin embargo en estos días ya zumban en la oreja desde la mañana y debe uno andar con cuidado para no abrir la boca y tragarse una docena de zanquilargos. No se salva nadie de servir de abrevadero y contribuir con su dosis de morcilla para alimentar a estos ávidos chupadores. Son días malos para trabajar en despoblado, y todavía peor si hay vegetación. Luego es un suplicio el empeño que uno pone en calmar la comezón para quedar después como cacahuate garapiñado: con ronchas sobre ronchas.

lunes, noviembre 16, 2009

Días frescos

Aquí el clima es templado la mayor parte del año, por eso es que me resulta agradable el aire fresco del último trimestre del año. Además, este aire fresco me trae algunos recuerdos de cuando era estudiante en Gdl. Recuerdo vivamente aquél humeante café con el que solía recibir la primera clase matutina en la universidad. Era agradable sentir entre mis dedos ateridos la tibieza de aquel vaso de unicel. Así, sorbo a sorbo, transcurría la primera clase del día: enfundado en un grueso suéter de algodón y viendo la pizarra a través de una nube de vapor.

viernes, noviembre 06, 2009

Buena oreja

Mi oído está mucho mejor. Escucha igual que lo hacía antes de caer enfermo. Desde hace ya un par de días me ha dejado dormir plácidamente. Encuentra gozo otra vez en los ruidos nocturnos y matinales que nos trae a soplos la obscuridad. Se deleita con el susurro que producen las nubes al soltarnos su vaho húmedo de la tarde. Se apacigua y se le compone el semblante al percibir el goteo incesante del agua al hundirse sobre los charcos. Hasta los maullidos escandalosos de pachis le provocan cierto gusto. Así está ya de sereno y sano mi oído. Estoy tan feliz con él como Juanito está con su estatua. Tan despierta quedó mi orejita que escuchó muy bien el bonito aforisma que pronunció ayer en México un príncipe de Holanda “camarón que se duerme se lo lleva la chin…” Sí, es el príncipe heredero de los Países Bajos.

lunes, noviembre 02, 2009

Muertos, vivos y recuerdos.


Ayer todo el día llovió. Fue una lluvia menudita y obstinada que se divirtió lindamente con un jueguito llamado “a que te empapo la grupa”. Con todo, Gladis y Yo nos fuimos a comer a casa de José Manuel un rico horneado de pollo con su respectivo consomé. Pasamos una tarde agradable disfrutando cabalmente su hospitalidad y la de su familia. Pasamos un rato a la nueva vivienda de Don Lucio y Doña Maty, vivienda que también fue nuestra en años pasados. En el tiempo que vivimos en esta casa Kory terminó la primaria y cursó la secundaria, Pedro y Ale cursaron el Kínder y empezaron la primaria. Esta casa fue la que conocieron mis hermanos: Yolanda, Gustavo y Gregorio. Fue el tiempo en que Pedro y Ale hacían preguntas inocentes pero difíciles de responder. Recuerdo aquella que Ale hizo a Yolanda cuando ambas se bañaban juntas ¿Por qué estas goida tú Tía? Ahora, sin duda, Ale sabe la respuesta. Fue en esta casa en la que Pedro acostumbraba correr en el zaguán totalmente desnudo contraviniendo las recomendaciones de su apenada mamá. Fue en esta casa que Kory dio el salto a la adolescencia y se plantó cara a cara con sus múltiples interrogantes. En esta casa la familia se formó el carácter que iba a predominar en los años venideros. Ahora Pedro estudia en Guadalajara Jalisco (espero que vestido), Kory y Ale viven juntas en Villahermosa Tabasco, la primera trabajando y la segunda estudiando, Gladis y Yo continuamos en Reforma Chiapas tratando de terminar bien (o por lo menos no mal) lo que juntos iniciamos hace poco más de dos décadas.

Hoy es día de muertos. Es un día especial para recordar en familia a los que ya no están con nosotros. Es día de ir al panteón a limpiar la residencia permanente de nuestros queridos catrines y catrinas. Es día de ofrendarles a la luz de titilantes velas la comida que más disfrutaban en vida, de llevarles sus cigarritos y su tequila (al cabo ¿qué daño podría hacerles ya?), de llenar su última morada de esas majestuosas esferas de pétalos amarillos llamados cempasúchil, de romper el silencio con rezos y aderezarlo con anécdotas. Es un buen día para que sepan de ellos las nuevas generaciones, y estas, para que conozcan su genealogía y sus raíces. Pero lo mejor de todo es que los vivos conviven, estrechan lazos, se miran como entes que forman parte de un todo aunque muchos kilómetros los separen. Va un recuerdo lleno de añoranza para ti María Patrocinio y para tu compañero de toda la vida Pedro: Ella, con su ajuar de gala, montada en su bellísimo corcel blanco. Él a su lado, montado con garbo sobre lomos de un brioso caballo alazán, vistiendo a la usanza, con sombrero charro y pistola al cinto. Esta estampa se me dibujó al escuchar hace unos días la evocación que mi hermana Toña hacía de su niñez.