Mi oído está mucho mejor. Escucha igual que lo hacía antes de caer enfermo. Desde hace ya un par de días me ha dejado dormir plácidamente. Encuentra gozo otra vez en los ruidos nocturnos y matinales que nos trae a soplos la obscuridad. Se deleita con el susurro que producen las nubes al soltarnos su vaho húmedo de la tarde. Se apacigua y se le compone el semblante al percibir el goteo incesante del agua al hundirse sobre los charcos. Hasta los maullidos escandalosos de pachis le provocan cierto gusto. Así está ya de sereno y sano mi oído. Estoy tan feliz con él como Juanito está con su estatua. Tan despierta quedó mi orejita que escuchó muy bien el bonito aforisma que pronunció ayer en México un príncipe de Holanda “camarón que se duerme se lo lleva la chin…” Sí, es el príncipe heredero de los Países Bajos.
1 comentario:
que bueno mario que tus facultades auditivas esten tomando su curso correcto ya que sin ellos se nos mueve un poco el piso ya que ahi se encuentra eel equilibrio y por ende nos mantiene en constantes dificultades de hecho es un poroblema de salud que afecta en su totalid,, que sigas mejor
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