Disfruto las madrugadas frescas de Reforma y el aroma que desprenden las hojas de los cocoites que amurallan sus caminos. Me he familiarizado gratamente con la laguna El Limón que ha dado alojamiento –sin otorgar consentimiento– a la colonia Las Garzas, lugar en el que deambulamos diariamente Gladis y Yo. Esta laguna es hogar de cormoranes, tortugas, garzas blancas (ave que dio nombre a la colonia), pejelagartos y no dudo que aún exista uno que otro cocodrilo perdido entre sus remotas orillas –Hace poco más de veinte años fue retirado de esta laguna un cocodrilo de alrededor de 3 metros– Es cotidiano mi paso por la rivera del arroyo de la glorieta El limón –brazo del rio mezcalapa– residencia permanente de iguanas y garrobos. Reforma es una población en donde coexiste aún lo urbano con lo rural. Transitan por sus carreteras lo mismo automóviles que hombres a caballo y cohabitan en sus linderos lo industrial con lo artesanal. Me he acostumbrado a detener el coche para dar paso a un grupo de cachazudas vacas, a una retahíla de garbosos gansos, o a una ruidosa parvada de belicosos guajolotes. En fin, me he habituado tanto a este medio que me atolondran los grandes conglomerados de la ciudad.
1 comentario:
De esa forma es nuestro mundo rural MARIO lo hubieses conocido alla por los años 60's o 70's todo el casco del pueblo era de esa manera la persona cohabitavamos, con caballos, cerdos. gallinas, pavos(GUAJOLOTES, TOTOLES, MULITOS Y PAVOS) el lugar donde ahora se encuentra el palacio municipal, era un terreno baldio y ahi las gentes se intercalavan con todos los visitantes a este lugar, como perros, caballos, mulas, cerdos,pavos y gallinas
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