El problema y su solución deberían, para consuelo y bienestar de todos, marchar siempre juntos, hombro con hombro y agarraditos de la mano ¿Cuantas preocupaciones y desvelos nos evitaríamos todos si este par de bribones llegaran a nosotros siempre empaquetaditos en la misma caja? Pero no. Esta pareja no es un matrimonio feliz, o tal vez su felicidad radica precisamente en su ostentoso antagonismo y su inherente predisposición a andar siempre de la greña. Es sabido que el problema se adelanta siempre a la solución. Llega solito, sin avisar y por lo general (según Murphy) en el momento mas inoportuno para el huesped. A veces el problema se le adelanta tanto a su pareja antagónica que pareciera gozar con la idea bizarra de escondérsele permanentemente para que no lo encontre jamás. Entre que el problema se nos instala como fastidioso spyware en las profundidades de nuestro disco duro y la solución lo encuentra para inocularle sus buenos oficios, a nosotros se nos llena el ánimos de zozobra y un revolotear de malos augurios nos persigue sin cesar acosándonos hasta en los sueños. Así pues, mientras que la vigilia se convierte en un amplio reservorio para acumular tensiones nuestro sueño no tiene cabida para un poco de reposo. En mi caso, al cabo de 3 años (acaso un poquito más), una solución encontró por fin su tan anelado problema.
1 comentario:
Lo hombres bienponderados de la sabiduria que deja la paciencia y el esperar sin bajar la guardia, haciendo gala de buen capitan de ese barco que lleva por mira el mejor puerto, hace la mejores maniobras para sortear, con timon en mano las más difiles tempestades que lo siete mares le presentan a su paso y sin adulación alaguna, se que tú eres de esos virtuosos, que pueden salir de esas penurias, que la vida nos pone en el diario vivr para llegar a puerto seguro y con su tripulación completa y en buenas condiciones, bien por ti MARIO te mereces, de los mejores panales y de la mejor miel por ya muchas amarguras pasadas, saludos desde Reforma, Chiapas, México y te augurio el mayor de los exitos...
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