A menudo me hago la siguiente pregunta: ¿En qué consiste la madurez? Tengo bastante evidencia para creer que la madurez no depende de la edad. Pero la respuesta siempre me elude, juega a las escondidas conmigo, me da zapes por detrás para luego hacerse humo y desvanecerse en el aire. Me queda claro que la madurez afecta o facilita la comunicación y esta a su vez sirve de lubricante a las relaciones humanas. Pero entonces ¿Que afecta o facilita la madurez? Creo que el culpable de todo esto son nuestras emociones. Ellas nos suben a la moto de la agresividad o de la pasividad según sea el sistema operativo que tengamos instalado en nuestro disco duro y que la jerga humanística gusta en llamar comúnmente paradigma (conjunto de reglas inmutables aprendidas a lo largo de la propia experiencia). Luego entonces ¿podemos decir que la madurez depende de la veracidad de nuestros paradigmas y de la eficiencia con que estos orientan a nuestras emociones para que respondan agresiva o pasivamente según la circunstancia del momento? Creo que así es. Pero sigue faltando algo. Hace tiempo me topé con el término “asertividad” (de seguro fue en algún curso del cual no guardo más que el recuerdo de la palabra). Se dice que la asertividad es un comportamiento que se encuentra justo en el punto medio entre agresividad y pasividad. Hace algunas semanas, clickeando en wikipedia me encontré con los derechos (y obligaciones) de la asertividad. Creo que esto es lo que faltaba ¿Quieres saber si eres o no una persona asertiva?…pásale a lo barrido…si no lo eres, ya sabes a quien culpar: a tus paradigmas y a tus emociones.
Derechos asertivos
La asertividad parte de la idea de que todo ser humano tiene ciertos derechos:
- Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
- En ocasiones, derecho a ser el primero.
- Derecho a equivocarse y a hacerse responsable de sus propios errores.
- Derecho a tener sus propios valores, opiniones y creencias.
- Derecho a tener sus propias necesidades y que éstas sean tan importantes como las de los demás.
- Derecho a experimentar y a expresar los propios sentimientos y emociones, haciéndose responsable de ellos.
- Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.
- Derecho a protestar cuando se es tratado de una manera injusta.
- Derecho a cambiar lo que no nos es satisfactorio.
- Derecho a detenerse y pensar antes de actuar.
- Derecho a pedir lo que se quiere.
- Derecho a ser independiente.
- Derecho a superarse, aun superando a los demás.
- Derecho a que se le reconozca un trabajo bien hecho.
- Derecho a decidir qué hacer con el propio cuerpo, tiempo y propiedades.
- Derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer.
- Derecho a ignorar los consejos de los demás.
- Derecho a rechazar peticiones sin sentirse culpable o egoísta.
- Derecho a estar solo aun cuando otras personas deseen nuestra compañía.
- Derecho a no justificarse ante los demás.
- Derecho a decidir si uno quiere o no responsabilizarse de los problemas de otros.
- Derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.
- Derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.
- Derecho a elegir entre responder o no hacerlo.
- Derecho a sentir y expresar el dolor.
- Derecho a hablar sobre un problema con la persona implicada y, en los casos límite en los que los derechos de cada uno no estén del todo claros, llegar a un compromiso viable.
- Derecho a no comportarse de forma asertiva o socialmente hábil.
- Derecho a comportarse de forma asertiva o socialmente hábil.
- Derecho a hacer cualquier cosa mientras no se violen los derechos de otra persona.
- Derecho a tener derechos.
- Derecho a renunciar o a hacer uso de estos derechos.
Quiere decir que estos 31 derechos no deben ser interpretados como comportamientos agresivos o pasivos. También está implícito en ellos que a las personas con tendencia agresiva o pasiva les dará urticaria más de uno (como a mí). Me quedan de consuelo los puntos 27, 29 y 31
1 comentario:
Sin menos preciar de ningun modo un trabajo, por el mismo derecho que se tiene de escribir y acceder al comentario de los 31 puntos de derechos, creo que se reumen muy bien en lo que es llamada la regla de ORO y no viendola desde el punto de vista teologico, simple y llanamente por puro razonamiento (LOGICA) de ahi que ese principio nos permite primero razonar que los demás tienen los mismos derechos de abstinencia a la opinion o desvordarse hacia ella.
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