Visitas de la última semana

lunes, marzo 05, 2012

El chaparrón

Llovió la madrugada de hoy con el vigor propio de las tormentas de agosto. Fue una lluvia pesada que no quiso venir sola; vino con un aire nervudo y oblicuo de carácter tan voluble como constante. A medio día, el viento todavía corría loco entre los árboles sin dar la más mínima muestra de cansancio. Los árboles ululaban y crujían como señal de protesta o quizás como clamor de súplica. El canto de las aves me anunció que el temperamento climático se había tranquilizado. De camino a Reforma observé el comportamiento apacible de los animales que reflejaba la calma que le sigue a la tempestad. Las vacas pastando apacibles en el campo rodeadas de garzas blancas y zancudas. Cada vaca asechada por su garza de la misma forma que un planeta es perseguido por su satélite. Existe entre estos animales una benéfica simbiosis: las garzas obtienen un alimento fácil mientras que las vacas se desprenden de sus molestas garrapatas. Fue un día refrescante que nos hizo olvidar un poco los calurosos días previos.

No hay comentarios.: