Visitas de la última semana

miércoles, abril 30, 2008

Buscándome trabajo

Estoy aquí en la sala, reclinado en mi sillón sobre mi costado izquierdo como siempre hago cuando veo televisión. Tengo una ligera jaqueca resultado de hacer trabajo físico que no acostumbro. Se me ocurrió lavar, pulir y encerar la camioneta aprovechando un apaciguamiento solar gracias a 5 días de chaparrones. Que trabajo ha de ser capar –pensé. Cuan equivocado estaba. Terminé cansado, dolorido y pegajoso de tanto movimiento circular con ambos brazos, casi siempre doblando la cintura (o la parte del cuerpo en donde debería encontrarse). Solo Paco, el miembro alado de la familia (un perico parlanchín), fue testigo de mis no pocos intentos de tirar la franela sin alcanzar a terminar el trabajo. Luego de muchas penas, pausas y sendos vasos de limonada mi castigo por soberbia llegó a su fin ya casi entrada la noche. Quedé satisfecho después de todo. Haber cuanto tiempo dura limpia.

Hablando de otra cosa, Kory reanudará sus labores el martes próximo. Aún se queja de dolor. Según la opinión de los médicos, pasará algún tiempo para que el cuerpo se adapte al andamiaje de titanio que se le injertó en los huesos. Antes se quejaba por no poder abandonar la cama, ahora parece que no quiere despedirse de ella. Por sus comentarios, se resiste a retomar el tren de vida que traía antes de la cirugía. No es para menos teniendo en cuenta que lleva más de tres meses de inactividad. No es para nada alentador pasar del reposo total al ajetreo vertiginoso del trabajo. Le costará un poco adaptarse, de eso no hay duda.

lunes, abril 28, 2008

El clima

Ya consumí la mitad de mis muy escasos días de vacaciones. Quisiera que el tiempo faltante marchara más lento pero entiendo que su función no es precisamente la de cumplir caprichos, y menos de menesterosos. Por el contrario, creo que esta semana se desplazará a zancadas largas debido a que antes de que llegue a su fin deberé resolver algunos asuntos pendientes que venía aplazando por motivos de trabajo. Por otro lado el clima de la semana pasada estuvo tan caluroso que el refrigerador parecía no enfriar, ahora que, existe también la posibilidad de que se haya dañado, ya esta muy viejito el pobre. El árbol de mango es el único que parece disfrutar la temperatura de 40 grados que se alcanzaron en días pasados. Hasta eso, el clima ha sido este año ciertamente piadoso ya que no ha soplado como en otros años el destructivo viento del sur. Este viento sopla muy caliente y enjundioso desde una dirección totalmente opuesta a lo que suele soplar la mayor parte del año. Precisamente estas características son las que lo hacen tan destructivo porque ataca a las hojas y a los frutos desde un flanco para el que no tienen protección. Después de que la calma llega, la mitad de las hojas y los frutos de todos los árboles estarán con seguridad en el piso listos para servir de abono a los que tuvieron la suerte de permanecer encaramados. Como dije, este año fue particularmente benévolo porque esta vez no sopló el viento del sur como normalmente suele hacerlo. Esto ayudó a que las frágiles flores amarillas del guayacán se sostuvieran por más tiempo en el árbol. Esta floración dura escasamente una semana, tiempo en el que la naturaleza transforma su perenne y uniforme verdor en un verdor moteado de amarillo encendido. Dejo aquí una imagen que tomé a un lado de la casa.

sábado, abril 26, 2008

Otra perspectiva

A las 6:30 a.m. la luna aparecía suspendida en el cielo muy por encima del horizonte como si algún imprevisto la hubiera demorado o apartado de su natural trayectoria. Daba la impresión de ser un círculo recortado en papel color rojo que estaba pegado en una pared tapizada de un azul muy tenue. La ausencia de nubes daba a la escena un aspecto sencillamente hermoso digno de una postal. Normalmente no veo el alba en su nacimiento porque a esa hora mi cerebro me tiene entretenido con las mafufadas que me hace repasar cuando estoy dormido. Hoy fue distinto. Aprovechando que estoy de vacaciones Gladis me dio la tarea de llevar a Ale a su escuela, así que, con todo el dolor de mi corazón, me vi obligado a interrumpir la perorata matinal de mis neuronas para cumplir con tan tremenda tarea. No estuvo mal. Observé el mundo con otra iluminación, con otros matices, con diferentes tonalidades de luz y sombra.

domingo, abril 20, 2008

El descanso

Ya mi cuerpo pedía a gritos un descansito. Ayer salí de mi trabajo con la firme intención de no regresar hasta dentro de 15 días. Siento alivio de pensar que el próximo lunes romperé el hábito de levantarme de un salto de la cama para correr apresurado al trabajo. Hoy me levanté a las 9:30 a.m. Muy temprano para ser domingo. No importa, tengo 15 días para dormir hasta que el cuerpo aguante –pensé. Fuimos a Reforma Gladis, Ale y yo a desayunar barbacoa. Luego pasamos por Doña Maty y enfilamos rumbo a Juárez Chiapas a comprar queso. A Gladis le gusta el que venden por ese rumbo y recorre el trayecto de buena gana con tal de llegar hasta el lugar en que lo hacen.

viernes, abril 18, 2008

La oxidación.

Estoy sufriendo aceleradamente los estragos degenerativos de la edad. Todos mis sentidos han ido perdiendo vitalidad, particularmente la vista. Los lentes han ido convirtiéndose poco a poco en artículo de primerísima necesidad. Se me hace ya muy complicado distinguir letras en ambientes mal iluminados. Por más que ubico el texto en distintas posiciones, ángulos o distancias, la maquinaria ocular no logra embonar los engranajes que hacen que el telón de la visión se levante. Es entonces que mi mano vuela afanosa a la bolsa de la camisa a buscar las imprescindibles gafas para ayudar a la herrumbrada maquinaria de los ojos a que retome el buen camino. Ni modo, todo se oxida y los resortes de las células no son la excepción.

domingo, abril 13, 2008

Lluvia de abril

Hoy llovió a medio día. No fue una lluvia abundante, solo lo suficiente para darnos el placer de respirar aire fresco. Desde el viernes se pronosticó lluvia para este fin de semana, cosa que sucedió contraviniendo la costumbre natural de los meteorólogos de equivocarse. Es raro que en este mes llueva y es más raro aún que se presenten inundaciones, pero según escuche en el radio esto es exactamente lo que esta sucediendo en algunas zonas de Tabasco. Esta inusual abundancia de agua se debe a las secuelas del tapón que hace unos meses bloqueó el cause del río Grijalva. Toda el agua acumulada en la represa ha estado corriendo cada vez en mayor cantidad ocasionando que los ríos incrementen su nivel derramando su contenido sobre las áreas más bajas. Verdad es que sigue habiendo gente en zozobra desde aquella histórica inundación. Por otro lado los macuilies continúan de fiesta ataviados con su mejor ropaje. Las flores caen apacibles del árbol tiñendo de lila los campos. También la gardenia de la casa echo otra flor aunque menos prolija que la anterior. Eso sí, su aroma se desperdigó de igual forma que su antecesora. Pero la que se llevó las palmas este año fue la bugambilia. Es la primera planta de su especie que veo con flores de dos colores: blancas y magentas. El Predominio de flores color magenta hace que las blancas resalten como luciérnagas en la noche. Aquí dejo una muestra.


domingo, abril 06, 2008

Cambio de horario

Esto de adelantar una hora el reloj me destantea todito. El problema viene cuando quiero convencer a mi reloj interno que haga lo mismo. Es osco y testarudo. No quiere oír mis argumentos y se empecina en buscar esos 60 minutos extraviados que según él le quiero escamotear. Transcribo la breve conversación nocturna que sostuve ayer con mi reloj interno:
¿Cómo que son las 12 p.m. Hace apenas un minuto eran las 11 p.m.? –dijo contrariado.
-Si. Son las 12 p.m. y es hora de ir a la cama –respondí tratando de sonar convincente.
-Pues ve tú. Mi hora de sueño no ha llegado –contestó cortante sin despegar la vista de la tele.
Luego, en la mañana:
¿Cómo que son las 8 a.m.? ¡Estás loco! Siento que me falta una hora de sueño.
-Son las 8 y es hora de ir a trabajar. Recuerda que tenemos junta a las 8:30
-¡Caray como mueles!

Por otro lado hoy ha estado el calor como si fuera mitad de verano. Desde hace unos días he tenido la intención de caminar en las tardes pero el calor me la ha quitado. Espero animarme en los próximos días. Ayer supe por mi hermana Toña que mi tía Jesusita aún vive. Tiene 87 años de edad y su mente continúa siendo lúcida. Su plática me transportó brevemente a mi tierra natal, La Soledad municipio de Huejuquilla el Alto Jalisco. Me recordó el taninole, el atole blanco, la miel de flores de azahar, los nopales duraznillo y el queso añejo. Visitó el panteón donde yacen los restos de nuestros antepasados, la escuela primaria en donde adquirió el gusto por el conocimiento. Vio aquella barda escolar en la que solía sentarse y aquél mezquite que le regaló su sombra durante los soleados recreos. Seguro recordó los rostros infantiles de sus compañeros de clase jugando alegres en el patio de la escuela bajo la mirada paternal de su maestro de primaria.