Ya mi cuerpo pedía a gritos un descansito. Ayer salí de mi trabajo con la firme intención de no regresar hasta dentro de 15 días. Siento alivio de pensar que el próximo lunes romperé el hábito de levantarme de un salto de la cama para correr apresurado al trabajo. Hoy me levanté a las 9:30 a.m. Muy temprano para ser domingo. No importa, tengo 15 días para dormir hasta que el cuerpo aguante –pensé. Fuimos a Reforma Gladis, Ale y yo a desayunar barbacoa. Luego pasamos por Doña Maty y enfilamos rumbo a Juárez Chiapas a comprar queso. A Gladis le gusta el que venden por ese rumbo y recorre el trayecto de buena gana con tal de llegar hasta el lugar en que lo hacen.
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