El calor va adquiriendo fuerza gradualmente. Su efecto es notorio en cocoítes y macuilís que inician su transformación del verde invernal al lila primaveral. Nuestras delicadas gardenias están siendo afectadas por los temperamentales y fogosos rayos solares convirtiendo la blancura de sus pétalos en puro acartonamiento. Resulta obvio que son alérgicas a los afilados rayos de este sol ecuatorial. Las aves también sienten que algo esta cambiando alrededor, sus chillidos y gorgojeos mañaneros se hacen más escandalosos y prolongados. Vivir retirado de zonas urbanas permite notar los pequeños cambios que anuncian la proximidad de la siguiente estación. Ninguna estación se anuncia con tanto escándalo como la primavera.
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