Desde hace días me ha molestado mi oído derecho. Esto no fuera tan malo si me gustara dormir sobre mi costado izquierdo, pero da la casualidad que mi deleite para conciliar el sueño esta sobre mi costado derecho. En la mañana mi oído se levanta sordo y así permanece una buena parte del día. Solo en la noche se despabila un poco y empieza a deleitarse otra vez con los sonidos nocturnos de la laguna el limón. Hoy llovió un poco en la tarde, apenas lo suficiente para mojar escasamente la tierra pero lo suficiente para extraerle abundante olor. El vapor que el asfalto deprendía era cálido, muy parecido al vapor que flota en un comal húmedo en el fuego. En la noche fuimos por Ale a Villahermosa. De ida flotaba en el aire una mezcla de aromas dulces como de anís, yerbabuena, orégano y menta. De regreso, además de oloroso, el aire estaba frio. Al fin .
1 comentario:
Mario si que es suplicio y un verdadero martirio padecer dolores de oido tendras que ver al facultativo en la materia antes que de plano haga sus raices en ese oido los males ahora te aquejan
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