Estoy en el campo. Camino por entre los claros que dejan los matorrales. No veo árboles grandes solo arbustos que se extienden más allá de donde mi escasa estatura me permite mirar. Cada una de estas matas está formada por mazos de varas rectas y delgadas que se separan unas de otras conforme crecen. A lo largo de estas varas fuertes y flexibles se desprenden otras mas delgadas que están llenas de hojas pequeñas y ovaladas de un color verde pálido. De lejos los matojos parecen grandes escobas de bruja sin palo sembradas ahí para mimetizarlas con el entorno. El fuerte olor que desprenden las hojas de estos arbustos larguiruchos (su altura es mayor que mi estatura) no corresponde a su tamaño, pero es gracias a él que se conoce alrededor del mundo. Es orégano y crece en forma silvestre en esta vasta meseta en la que camino. Aún hoy día conservo fresco el recuerdo de la forma en que era cosechado por los lugareños. Se cortaban las varas más largas por tener estas la mayor cantidad de ramitas con hojas. Luego, las ramas eran extendidas sobre costales de ixtle (o algún accesorio similar) para después ponerlas a secar al sol durante un par de días. Una vez deshidratado, el breñal se golpeaba repetidamente con una vara para que las hojas se desprendieran de las ramas. Aún hoy, después de tantos años transcurridos desde aquellas magnificas caminatas de mi niñez, cada vez que esparzo mejorana al mondongo (menudo, pancita) que Gladis sabe preparar muy bien me transporto como por arte de magia a aquélla misma meseta en aquél lejano tiempo cuando de pequeño solía caminar rodeado de la enérgica fragancia de aquellas espigadas mejoranas salvajes.
2 comentarios:
Recordar es vivir Mario, solo asi los duentes se alejan un poco más de nosotros o bien se quedan donde segun la tradición de los Ingleses, deben de vivir, solos y en los jardines, de ahi que por esos lares del planeta encuentres figuras de esos personajes llamados duendes en los jardines y porches de la casas y, nuestras vivencias hacerlas revivir de vez encuando para que esos bichos no nos turben el pensamiento....
Hola tío me di una vuelta por tu blog y he visto muchas novedades,como la conversación con mi mama,espero estén bien todos por allá, saludos.
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