Visitas de la última semana

jueves, abril 05, 2012

Rina

Treinta días de trabajar diariamente me han apagado hasta el último rescoldo de vigor. Mi cuerpo tiene ahora la consistencia bailarina de una gelatina mal cuajada o la dureza de una barra de chocolate olvidada en el bolsillo de la camisa. Además, el calor en la última semana se ha recrudecido tanto que literalmente nos quema los cabellos. Luego tenemos el caso de Rina, el cachorro Shih Tzu que Kory nos encargó encarecidamente que cuidáramos como si fueran las mismísimas niñas de sus ojos. Ni modo, hay que soportar pues que nos hinque sus afilados colmillitos en los dedos de los pies y nos deje las canillas como autenticas trepaderas de mapache. Pero basta con que nos mire a los ojos para que nos derrita con esa estampa llena de ternura que proyecta y nos haga olvidar pronto los latidos dejados por los agudos pinchazos de sus recientes tarascadas. Es una bola de estambre con ojos de oso panda que más que caminar más bien parece rodar. Ni a Dobby le alcanza la energía para quitársela de encima y cuando el pobre Chihuahua ya no halla la salida corre a refugiarse con Gladis para que se la quite de encima. Estamos pues todos agotados, esperando como agua de mayo estos dos días de descanso de Semana Santa para que la savia de la vitalidad se regenere y vuelva a circular jubilosa por nuestras venas.

1 comentario:

pepe dijo...

Hay que llamar al encantador de perros, pos para ver si le da una clasecitas a la dueña y luego al can mordelon, lo deben de poner en una esquina a dirigir el trafico carretero