En el lenguaje coloquial de Tabasco y Chiapas existen dos palabras que me desconcertaron (y descontaron) cuando las oí por primera vez. Otra vez fue Gladis la que me soltó un día de sopetón lo que para mi fue como cantonés exaltado. Cuando me las dijo quedé, a ojos de un observador externo, con los labios apretados tratando de contener a duras penas las preguntas que como amasijo querían salir todas en bola. La complicación mayor de estas palabras es que no cuentan con asidero para que el cerebro las pepene y las mantenga quietecitas el tiempo suficiente para bien memorizarlas. La primera de estas palabras que bien podría desempeñar el papel de acertijo es "trasqué". El contexto en el que Gladis utilizó esta palabra aquella primera vez, fue ya víctima del olvido, por lo que inventaré otra situación cualquiera para que sirva de ejemplo. Supongamos que una mañana usted me encarga un libro que le interesa leer aprovechando que al medio día estaré en una librería. Supongamos también que en la tarde de ese mismo día nos reunimos en un café para platicar como todo buen mexicano instruido en twitter y facebook, de la mejor manera de enderezar este recochino mundo mientras tomamos una buena y humente taza de café. De pronto, a mitad de la sabrosa platica se me viene a la memoria que olvidé traer el recanijo libro y, sin agua va de por medio, sin salivita siquiera, exclamo a viva voz diciendo ¡Trasqué el libro! Después de ver que usted pone los ojos como dos platos fruteros, le aclaro algo avergonzado que acabo de recordar que olvidé traer su muy encarecido encargo. Visto de esta forma, "trasqué" es una expresión que denota algo olvidado que se acaba de recordar. La segunda palabra parece fácil, figúrese si no. Es el verbo "prestar". Mmm ¿y donde está la complicación? preguntará usted. Pues bien, Imagine que un día se lamenta usted, ante mi rolliza persona, de no haber conseguido un dinero que necesita. Yo, a manera de mitigar su congoja por no poderlo ayudar le sugiero que "se lo preste al banco". Usted me dirá indignado que no es cosa para burlarse, o pensará tal vez que soy débil de entendedera por lo que seguramente me repetirá que lo que quiere es "recibir dinero" no "darlo". Yo le explicaré entonces que lo que realmente quise decir con "prestarle al banco" fue que usted le pida al banco el dinero que necesita ¿Extraño verdad?
2 comentarios:
Al leer las endémicas 2 recorde que allá por los 60´s y 70´s la gente del pueblo acostumbraba a decir estas otras palabras;
Estas queso - se le decia a alguien cuando no se estaba de acuerdo con el o con ella-:
Entreveraito: - cuando se le pregutaba a alguien de como estaba de salud-
Bolantito: -cuando se le preguntaba a alguien por un enfermito con esto te decian que ya estaba mejorendo-
Chirivitos: -arbustos secos-
Acagual o acahual:- arbustos o maleza-, saludos Mauro así son los modismos de nuetra tierra
Quise decir boyantito
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