Visitas de la última semana

miércoles, diciembre 14, 2005

El acierto de Forrest Gump

Hace unos días vi una película en la cual el actor estadounidense Tom Hanks hace una estupenda actuación al encarnar a un hombre de inteligencia limitada llamado Forrest Gump. A pesar de su desventaja, Forrest Gump logra tener éxito en los negocios -aunque el amor siempre se le negó-. Sus aciertos en el terreno material dan la impresión de ocurrir más por accidentes fortuitos que por iniciativa individual: como la tormenta que destruyó todos los barcos camaroneros exceptuando el de él. Desde mi particular punto de vista este éxito obedece más a la puesta en práctica en forma sistemática de lo aprendido durante su formación: “obedecer las órdenes y recomendaciones de sus seres queridos o superiores”. Forrest Gump reemplazó su deficiencia intelectual por la obediencia absoluta como método de supervivencia, principalmente cuando se trataba de elegir entre lo bueno y lo malo –esto explica su éxito en el ejército y en su vida-. Jenny -su amor platónico- le enseñó que era preferible correr ante el peligro; su madre, conciente de su limitación, le inculcó la obediencia y la perseverancia.
La película finaliza con una escena en la que aparece una pluma de ave flotando y moviéndose “obedeciendo la voluntad del viento”. Esta escena sintetiza toda la trama de la película.
Sin duda, tiene sus ventajas aceptar los consejos de las personas que nos quieren y que cuentan con mayor experiencia que uno -o como en este caso, con una capacidad intelectual mayor- o al menos darles el beneficio de la duda. Si yo hubiera puesto en práctica todos los consejos recibidos por las personas que me quieren, no hay duda que mi calidad de vida fuera mejor.

No hay comentarios.: