Ayer 27 de diciembre, Pedro cumplió 17 años de edad. Él tenía planeado que su Mamá fuera a Villahermosa por sus amigos para reunirse con ellos en la casa. Ella, agotada de tanto trajinar en la carretera, se negó esta vez a respaldar ese compromiso. Esa responsabilidad incluía lógicamente traer y llevar a cada uno de sus amigos a sus respectivas casas. Tomando en cuenta que sus amigos viven dispersos por toda la ciudad había que agregarle el problema del tráfico de locura que hay en esta época del año. Para complicar más el asunto, Gladis esperaba una visita ese mismo día que la obligaba a dar una manita de gato a la casa con toda anticipación. Todo esto la traía hecha un manojo de nervios que le impedía pensar con claridad. A última hora Pedro acordó con sus amigos cambiar la reunión a Villahermosa y accedimos a que se fuera en taxi junto con Ale, ya en la noche iríamos por ellos mientras nosotros nos ocupábamos de la visita. A veces Pedro pierde toda noción del espacio-tiempo. Por ejemplo, ha habido ocasiones –la mayoría- en las cuales vamos por él a Villahermosa después de haber pasado un día de cine -a las 9 o 10 de la noche- y nos dice de repente: vamos a llevar a mi amigo a su casa, y da la casualidad que su amigo vive al otro extremo de la ciudad. Nosotros, haciendo de tripas corazón accedemos. Cuando por casualidad lo encontramos solo, nos alegramos pensando en que esta vez si llegaremos temprano a casa, pero rápidamente se adelanta a decir: dejé mi mochila en la casa de fulanito vamos por ella –claro, el fulanito nunca vive a la vuelta de la esquina-
Una cosa es indudable, no tenemos ninguna queja de él por su desempeño en la escuela. Tal vez por esto accedemos sin tanto remilgo a esas extravagancias. Pero ese día, de plano, su Mamá se puso en huelga cansada de tanto relajo. Pero esto no la salvó, Pedro trajo un amigo a dormir a casa y Ale no quiso quedarse atrás y trajo a una Amiga también. Así que de todas maneras, Juan te llamas.
Una cosa es indudable, no tenemos ninguna queja de él por su desempeño en la escuela. Tal vez por esto accedemos sin tanto remilgo a esas extravagancias. Pero ese día, de plano, su Mamá se puso en huelga cansada de tanto relajo. Pero esto no la salvó, Pedro trajo un amigo a dormir a casa y Ale no quiso quedarse atrás y trajo a una Amiga también. Así que de todas maneras, Juan te llamas.
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