Salimos librados de este diluvio que azotó al estado de Tabasco y Chiapas. La colonia petrolera en la que vivimos permaneció estoicamente a flote aún en contra de los pronósticos pesimistas de algunos alarmistas. No sucedió lo mismo en la ranchería de la cual la colonia forma parte; aquí el embate de la naturaleza fue implacable. Calculo que el nivel subió 1.5 metros como mínimo en los terrenos más bajos de esta ranchería. Fuimos menos afortunados con nuestra casa de Villahermosa; nuestro inquilino se vio en la necesidad de salir antes de que el agua llegara a 1.5 metros de altura que fue el nivel registrado en esa zona según versiones de nuestros antiguos vecinos. Fue un evento catastrófico sin lugar a dudas; todo intento de evitar este desastre fue rebasado. Es imposible resistir a la naturaleza cuando esta reclama lo suyo. Fueron muchas las familias que no tomaron en serio las advertencias de evacuación que con tiempo fueron lanzada por los medios de comunicación. También es cierto que se inundaron colonias que tradicionalmente fueron respetadas por el agua en cada una de las inundaciones anteriores. Villahermosa es un caos, hace falta agua, gasolina, los alimentos escasean, muchos alberges (ya con damnificados) se fueron a pique, prolifera la rapiña, aparecen usureros y gente sin escrúpulos que lucran con el sufrimiento y las necesidades extremas de la gente, todo esto es coronado por la falta de energía eléctrica en la mitad de la ciudad. Se estima que un 80% de la superficie tabasqueña esta en el agua, habiendo áreas localizadas que tienen una profundidad de hasta 4 metros –una de ellas, la Terminal de autobuses de segunda de Villahermosa. Yo aún ando sufriendo por conseguir gasolina, el coche anda rodando ya con el último aliento. En Reforma se agotó el combustible desde la semana pasada, los teléfonos no sirven (Telmex y celulares). Lo único rescatable de todo este desastre es la solidaridad de los particulares de otros estados para con las poblaciones de Chiapas y Tabasco, así como la armada y la marina de México. Para todos ellos mi reconocimiento.
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