Ante esta ola de violencia en que vivimos hoy en día no me queda más que agradecer que sigamos caminando bajo el sol. Deseo a toda la gente de bien que ha padecido de cerca esta pandemia que Dios les de fuerza y tengan la voluntad de sobreponerse a sus terribles secuelas. Para aquellos afortunados que aún no se han topado con un tiroteo, un secuestrador, un asaltante o un estafador hagan lo posible para que disminuya esa posibilidad. No asistan a bares o discotecas y no transiten de noche por lugares solitarios. Para aquellos que tengan la desgracia de toparse con cualquiera de estos depredadores no se resistan y traten de conservar a toda costa lo más valioso que tenemos: la vida.
1 comentario:
En efecto Mario hay que dar gracias a Dios que estemos sobreviendo a un gran tsunami, en el cual estamos metidos la violencia en todos lados se ha visto incrementada y, sin duds que los factores son diversos como bien comentas, espero en Dios que los acontecimientos que ahora experimentaron y hemos sufrido, nos de la madurez, para poder sortear los días por venir ya que no pinta nada bueno este mundo...
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