Sin duda existen días en que uno se ve tentado a lanzarle toda clase de improperios a la vida. Principalmente cuando ella le arroja a uno dardos punzantes tan repetidamente y con tan certera puntería que ni Robin Hood lo haría mejor. Es fácil atribuirle a la casualidad (o al resultado de un mal comportamiento) el advenimiento de un mal. Pero cuando los males se suceden uno tras otro entonces es difícil imputarlos a la pura casualidad o a la mala fortuna. Es entonces que quisiera uno ver al que está moviendo los hilos tras bambalinas para arrojarle tantos sapos y culebras como se pueda (todos venenosos por supuesto) y dejarlo encerrado con todos ellos adentro. En estos días pues, mi tranquilidad se ha ausentado sin duda a causa de mi agreste humor. Se ha marchado para aliviarse la migraña que le ha sobrevenido de escuchar tanta refunfuña que suena a su alrededor. Hay problemas que son pasajeros y otros que son residentes. Ojalá los míos fueran pasajeros.
1 comentario:
cuando vemos que los que se portan, asi o asa y bastante mal en la vida y asi pueden progresar, creo que nos podemos, ver tentados a hacer los mismo que ellos hacen, pero creo que el espiritu de lucha y la determinación que a la largo de la vida he visto de la familia CONCHAS BURELO a salir adelante a pesar de los problemas que la vida les ha presentado a lo largo de ella, esta no sera la ocación para buscar una alternativa distinta a los principios de familia que siempre han tenido, sin dudas que son dias dificiles pero hestamos con ustedes en la buena y en las malas..y espero que pronto se terminen las penurias de este año que va en decadencia y sin dudas tambien que a muchos nos puede dejar un mal sabor de boca.
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