Otra vez en Reforma y en casita. Me olvidé un poco de los cafres que de común e impunemente infestan la carretera Villahermosa-Cárdenas. Y no lo hubiera recordado de no ser por un estúpido macaco que me rebasó pegadito para luego darme un cerrón que me hizo pensar en toda clase de florituras del arrabal ¿Qué necesidad si yo iba al límite de la velocidad permitida y además circulando en el carril de baja? Fue a todas luces un acto de intimidación cerril de parte del animalito provocado sin duda por algún atavismo recesivo de nuestro más puro linaje australopitecus.
2 comentarios:
Pobres macacos... ¿que culpa tienen? jejeje :) Lo que le falto fue sentido comun, educación y habilidad para conducir... :P Que bien que ya está en casa... Saludos desde la lluviosa Guadalajara!
No existe un adjetivo no lo han inventado para darle un nombre correctamente a estos individuos cafres del volante, solo buscan saciar sus más bajos instindos pegados a un volante de un pedaso de carro y con ello provocar a las personas que si disfrutan de manejar rumbo a un destino feliz sin poner en risgo las vidas que depende de él y de los que vienen sobre el alfalto, que pena el retroceso que en los ultimos años ha sufrdo el pais, AMEN viejos tiempos,podias caminar toda la noche con tu familia abordo, sin alguna preocupación de un aslto con un provocador, asi las cosas Mario saludos y vos siempre tienes a la mano la cordura que te hace diferente....
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