Estamos en Reforma. La tarde es inmejorable. Lluvia menuda y persistente. Truenos roncos y apagados. Tiempo propicio para el recato y la reflexión. Me acerco la ipad. Mi nuevo juguetito tecnológico que me proporciona una nueva alternativa para acercarme a la lectura. Es un placer desparramar la vista en la luz de la pantalla y seguir el amplio y nítido interlineado de pixeles con que están hechos los párrafos. Al fin y al cabo con esta nueva tecnología, el problema del volumen y el peso (además del impacto ecológico) que representan los espacios en blanco en los libros de papel ahora ya no es motivo de preocupación. Los diseñadores de estos aparatitos pensaron bien en satisfacer plenamente las demandas y manías de los lectores empedernidos. Además, han puesto en la tableta electrónica toda clase de herramientas que de común son necesarias para que el neófito lector, dotado de alguna pizca de paciencia y curiosidad, interprete fielmente los mensajes más fantásticos o metafísicos. Así pues, aprovecho este marco de alebrijes, arabescos y abalorios para echar a volar la imaginación con la libertad de un auténtico y multicolor papalote.
1 comentario:
Pos ya alcance a ver por el face los aparatos que ocupan tu ratos libres y de solas entretenimiento un cel. una lav y la tableta que ahora nos describes, pos hay que hacer gala de las herramientas que nos da las tecnologia nuevas, felicidades Mario.......
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