Hace días mi hijo me comunicó por teléfono que había encontrado entre las hojas de un viejo libro una carta que mi madre escribió hace muchos años. Le dije que eso era improbable debido a que ella era poco adepta a escribir. Mi hijo replicó que tal vez alguien escribió por ella ya que el remitente no dejaba duda, tenía el nombre de mi madre. Le solicité que me la enviara escaneada en la primera oportunidad. Sabedor del carácter olvidadizo de Pedro pensé que hasta ahí llegaría el asunto. Me equivoqué. Hoy leí lo que mi madre pensó decirme hace 25 años. La carta está fechada el 24 de julio de 1984. Su mensaje me llegó nítido a pesar de los muchos años transcurridos. Me abrumaron las emociones mientras avanzaba en la lectura de esta capsula del tiempo. Mi pensamiento se echó a volar por un instante hasta aquel lejano pasado ayudado por esta inverosímil máquina del tiempo. Vi a mi madre sentada en el extremo del sofá viendo por televisión su programa nocturno favorito: Para Gente Grande conducido por Ricardo Rocha. A su lado estaba su hijo Mario de 25 años recostado en el otro extremo con ambos pies en su regazo.
1 comentario:
No dejo de impresionarme tu comenterio de la capaula del tiempo y de igual forma de emocionarme, porque sin duda alguna debe de ser una experiencia de las màs sublimes leer un documento que hasta este entonces estaba por ahi sin que alguien la hubiera encontraro y mucho menos haberla siquiera leido, creo que la madres siempre tienen algo escondido para los hijos y que el tiempo y el espacio no las impide que llegue a nosotros su amor manifestado en distintas maneras, aunque se que te lleno de nostalgia MARIO creo tambien que te inyecto las fuerzas que por el duro trabajo a veces te pueden faltar, se que a Gladis y mi nos llena de orgullo poder compartir nuestra familia contigo y que decir de nuestros padres te tienen un afecto especial...
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