El regreso

Hoy sale Pedro de Guadalajara después de haber hecho sus exámenes para su ingreso a la universidad. También presentó un examen que la universidad puso a disposición de quien lo quisiera presentar con el fin de elegir y becar a los tres mejores promedios que resulten. A pregunta expresa de cómo le había ido en este último examen, su respuesta fue “estuvo perro”. Es indudable que el nivel de conocimiento exigido en este examen es el que deberían mostrar los participantes de acuerdo a su nivel académico. Por este motivo, y de acuerdo a la expresión utilizada por Pedro para referirse a la dificultad enfrentada, mis expectativas de que él este entre los tres promedios más altos disminuyó. Espero que este nivel exigido de conocimiento le sirva como referencia para que en adelante marche en esa dirección. Es aún posible rescatar algún provecho de esta experiencia, aún si no gana la beca. La parte aprovechable de esta situación es que le ha mostrado la diferencia entre el lugar donde esta parado de aquel en el que debería estar. Esta “diferencia” es su área de oportunidad, su tarea, su objetivo a corto plazo. Agradezco a mis hermanos por recibirlo y transportarlo a los lugares a los que tenía que ir. A Yola por tenerlo en su casa y a Guy porque siempre le ha tocado la tarea de pasearnos y en esta ocasión no fue la excepción. Por otro lado, a Pedro le espera una gran cantidad de trabajo pendiente en su escuela de bachillerato. Nivelar más de una semana de apuntes y conocimientos no será tarea de un fin de semana.

Reflexión. México es rehén de los sindicatos. Quedó demostrado este 1º de mayo con la marcha en favor del líder sindical de los mineros Napoleón Gómez Urrutia respaldado por todos los demás líderes sindicales nefastos como él. Este sujeto quiere evadir su responsabilidad en los hechos ocurridos con los mineros muertos en la mina pasta de conchos mediante el enfrentamiento de sus seguidores (los obreros beneficiados por él) con la fuerza pública del estado de Michoacán. Hasta donde es capaz un hombre por conservar el poder que le brindó la oportunidad de disponer de los fondos inagotables de las contribuciones de sus agremiados para beneficio personal. Este escenario me recordó el liderato de la Quina en el sindicato petrolero. Hombre poderoso que ponía y quitaba presidentes municipales y gobernadores a su antojo en su estado natal Tamaulipas. Definitivamente, los líderes sindicales actuales ya perdieron la brújula y la razón original que los vio nacer. Mejorar el ambiente de trabajo para sus agremiados cuidando que los patrones no exploten al trabajador y exigiéndoles las medidas mínimas de seguridad que aseguren la integridad física de sus miembros.

Noticia sobresaliente: Evo Morales, primer presidente indígena de Bolivia nacionalizó los recursos naturales de su país. Hubiera estado mejor que lo hubiera hecho por si solo, desligándose un poco de la sombra de Fidel Castro y Hugo Chávez. Acaso no sería idea suya?.