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viernes, agosto 17, 2007

Chuy y el río

Me recuerdo retozando en aquel apacible arroyo de corriente dócil salpicado de grandes lajas y piedras lisas ovaladas. Sus márgenes guardaban en su regazo alegres y esbeltos jarales llenos de hojas verdes y olorosas. Era un acto de carácter volitivo que emergía de lo más hondo de mi ser y que me impulsaba a recorrer las orillas de aquel caudal apacible de agua limpia y cristalina. Estas caminatas solitarias por la vega fueron las precursoras de mi mente fantasiosa y de mi particular preferencia de escuchar en lugar de hablar. El agua del arroyo se arremolinaba juguetona alrededor de aquellas piedras perezosas emitiendo destellos rutilantes que alborotaban mi liviana imaginación haciéndola volar a lugares desconocidos y apacibles. En invierno, la superficie del arroyo se cristalizaba dejando aterida la parte del cuerpo que la tocaba. El hielo entumecía los pensamientos; el aliento salía a regañadientes formando pequeñas nubes de vapor; las mejillas protestaban por el viento gélido tornándose rosadas con prestancia.
En tiempo de lluvia y de creciente, la familia Conchas se transformaba toda ella en celoso celador. Todos para uno y uno para todos: Chuy el Dartagnan. Su gusto temprano por la aventura y su precoz producción de testosterona lo empujaban a zambullirse en aquel río salvaje e iracundo. Siempre se daba sus mañas para burlar la estricta vigilancia familiar y sin que nadie se diera cuenta terminaba sumergido en las aguas rugientes y turbulentas de aquel río bravo y traicionero que imponía respeto al individuo mas bragado. ¡Doña Patro, su hijo está en el río! eran los clamores de alarma de parientes y vecinos. Cundía el estrépito de aquella corriente encabritada que arrastraba un tropel de troncos que subían y bajaban al compás del saltimbanqui oleaje. Allá a lo lejos, entre todos los desechos que el río arrebataba a la serranía, entre las sucesivas crestas y valles de las olas, entre padrenuestros y avemarías, emergía de vez en cuando la cabeza de mi hermano Dartagnan. De esto ya hace alrededor de 42 años. Feliz cumpleaños Chuy.

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