Según su mamá, Kory nació un 13 de agosto (12+1 para los supersticiosos) a la 8 p.m. Para mí nació un día de enero de 1986 en una esquina de la calle principal de Reforma Chiapas, frente a una farmacia y en medio del transitar de la gente. Era una agradable mañana de un domingo soleado, pero no caluroso. Iban caminando sobre la banqueta 3 generaciones: Su abuelita Matilde, su mamá Gladis y ella. Era una niña menudita, de cabello lacio y rubio, con un fleco recto y marcado, como de príncipe valiente. Su cara era más redonda que ovalada con un lunar en la parte inferior de la mejilla derecha, casi en el mentón. Su nariz pequeña contrastaba con unas ojeras marcadas que rodeaban unos ojos grandes color miel. Ella estaba lejos de imaginar que aquel señor que saludaba a su mamá iba a entrar en poco tiempo como cuña entre las dos. Fue difícil para ella aceptar a aquél extraño que llegó de súbito a disputarle el afecto de su mamá.
Era ella un retozo en el regazo materno. -bella frase de José Vasconcelos.
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