Domingo apacible. Bien orquestado por trinos de pájaros. Clima benigno, como para un buen descanso hogareño. Un ambiente tranquilo con adorable aroma a gardenia. Bonito escenario para buscarse quehacer. Sin embargo (siempre hay un pero), amanecí con dolor de cabeza, Gladis con dolor de calcañar, Ale con una estridente tos y Niño con un dolor en el alma. En este día los únicos carentes de aflicción en esta casa parecen ser las Gordas tragonas: los dos cuyos de Ale, Paco: el perico lenguaraz y Pachis: el gato concupiscente.
1 comentario:
Os habia invitado a comer asado de armadillo, pero creo saber la razon de que no acudieron a mi llamado, hay días que son tan perezos, que quitan el animo de cualquier persona, por lo que me tuve que sacrificar solo, ahora hasta que regrese Pedrito en vacaione ya tenemos comprometido un bicho asado, aunque haya que ir por el al ZOO, je je je
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