Gladis y Yo cenamos en casa con nuestros hijos. Además de nuestros críos estuvieron con nosotros Alejandro el esposo de Kory, y Gerardo el novio de Ale. El pavo quedó pronto sin piernas y sin la mitad de su otrora orgullosa pechuga. El gran ausente de la cena fue el tradicional ponche. En esta ocasión Gladis de plano se puso en huelga por más que me ofrecí a cortar la caña. Disfrutamos tener juntos en casa a todos los desbalagados, suceso que solo ocurre unos pocos días al año.
1 comentario:
Riquisisisisimo el pavo desayune pavo, e hice la comida con pavo, gracias Mario, por haber compartido, tan delicioso y rico pavo con nosotros y que pena que mi hermanita no hiciera el ponche ya que le queda de rechupe, el de navidad quedo muy bueno en fin lo tomaremos en otra ocación aun que no sean estas fechas, le echaremos porras a Doña Gladis para que lo haga
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