Visitas de la última semana

domingo, junio 19, 2005

De visita

Siempre que vamos de visita con algún familiar de Gladis hay que armarse de paciencia. Y es que estas visitas resultan ser siempre una aventura por la sencilla razón de que en lugar de llevar una dirección -como normalmente se estila- solo lleva algunas referencias -tan claras- como las siguientes: “viven en la colonia X”, “es ahí, pasando el puente” o “enfrente de una escuela que tiene un cancel blanco”, y así por el estilo. Ayer Gladis me comentó: Don Lucio quiere ir a Villahermosa a visitar a Doña Trina ¿será que lo puedas llevar?. Esta es una pregunta difícil de responder ya que Don Lucio quiere estar ya de regreso cuando yo apenas me estoy levantando. Así las cosas, la visita quedó indecisa en espera de que por alguna razón inexplicable me cayera de la cama al siguiente día. Hoy así sucedió, me levanté mas temprano que de costumbre y nos fuimos por Don Lucio y Doña Maty para después enfilar a Villahermosa. Ya en el trayecto me enteré que tenía que llegar a nuestro destino mediante la siguiente referencia: ¡Es en la colonia las brisas, enfrente de una tienda, sobre la avenida principal!. Armándome de paciencia tracé la siguiente estrategia: Empezaría la aventura suponiendo que la primera calle que encontrara sería para mí la principal y continuaría preguntando de tienda en tienda por Doña Trina hasta encontrar quién diera razón. Fue tan buena nuestra suerte que la primera calle que tomamos resultó ser efectivamente la principal y en la segunda tienda en que preguntamos nos dieron la tan esperada razón de la señora.

Hoy es día del padre y hago un particular reconocimiento al mío, a Don Pedro. Él fue siempre un líder nato, y gracias a las circunstancias creadas alrededor de ese liderazgo fue que llegamos a parar a la ciudad de Guadalajara. Llegó procedente de un rancho con su esposa y sus 7 hijos a una de las ciudades mas grandes de la República Mexicana, sin tener un trabajo ni una vivienda segura. Educó con la ayuda de su esposa María Patrocinio a sus hijos en medio de un ambiente denso, caótico y sin freno. Eran los años 60’s, época de pandillas y de rock and roll, de revolución sexual, de hippies, de LSD y la psicodelia, de la marihuana y del “amor y paz”. Fue tan difícil esa década para la crianza y desarrollo de los hijos que la historia bautizó a esa generación como los “nacidos para perder”. Sin duda hicieron un buen trabajo, somos una familia unida, con altos valores y una gran diversidad de pensamientos.

Felicito también a mis hermanos Goyo, Chuy y Guy que son padres –los dos primeros ya abuelos- sin duda, cada uno de ellos ha puesto su mayor esfuerzo para dar a sus hijos lo mejor. Hago también un reconocimiento a mis hermanas Toña, Chepina y Yola –las dos primeras ya abuelas- que han tenido que desempeñar también en algún momento de sus vidas el papel de padre.

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