Visitas de la última semana

jueves, enero 31, 2008

Kory y sus discos

Mañana a las 10 a.m. iniciará la cirugía de Kory. A esa hora, el escalpelo, guiado por la mano del cirujano, se abrirá paso entre nervios, vértebras, médula, y tejido para finalmente detenerse en aquellos discos defectuosos; discos que por alguna razón desconocida han perdido su contención natural y se han desparramado mas allá de sus limites naturales alborotando a la melindrosa columna vertebral. El cirujano tiene planeado dejar unos tornillos con el fin de limitar (supongo) el crecimiento absurdo de estos discos con inclinación al gusto por lo amorfo. Esta intervención es delicada y estaremos tranquilos solo hasta ver que ella haga lo de siempre como siempre.
Hoy fue un día malo para nosotros. A Gladis se le poncho una llanta en Villahermosa, el mecanismo de la llanta de refacción se dañó, la llanta de refacción no tenía aire y su estado era tan lamentable que dudé en instalarla. La camioneta caminó solo hasta la próxima tienda michelin en la que nos estacionamos para comprar dos llantas y terminar con el problema. Aún esta pendiente arreglar el mecanismo (elevador) de la llanta de refacción. Los problemas nos llegan en racimo.

miércoles, enero 30, 2008

¿Sueño, a donde te fuiste?

¿Sueño, a donde te fuste que me dejaste solo con la vigilia? Pasé una noche de pleito con sábanas y edredón. Mi sueño se fue de juerga cuando apenas ponía la testa sobre la almohada. Eché mano a toda clase de recursos y sortilegios para apurar su regreso y hacer que reanudara su labor lo más pronto posible. Nada parecía dar resultado. Conté borreguitos, me metí a la regadera esperando que el agua fría ayudara con la tarea, platiqué conmigo mismo hasta agotar los temas interesantes, busqué formas conocidas entre la penumbra y los pliegues de las cortinas. Le dio gana regresar como a las 4 a.m. Seguro que traía un mazo con el que me dio en la cabeza porque no supe de mí hasta casi las 8 a.m.

martes, enero 29, 2008

Gladis y las pastillas

Es legendaria la malversación que Gladis tiene contra las pastillas, tabletas, comprimidos, o todo aquello que tenga la función de tragarse para curar algún mal. Toda vez que tiene que aliviarse de alguna enfermedad o combatir alguna de sus múltiples alergias (que por desgracia son muchas), es digno de ver el ritual que con enconado apego a la exactitud lleva a cabo cuando tiene que tragar una pastilla. El Ritual da inicio cuando pone el frasquito en la mesa con las susodichas pastillas frente a ella, mira un rato el contenedor de vidrio (o plástico) tratando de imaginar la trayectoria que tomarán las tabletas en su garganta después de tragadas ¿Me pasaran? ¿Tomarán algún atajo inesperado que me impida respirar? ¿Me pondrán morada? ¿Me llenaré de ronchas? Después de pensar en todas las posibilidades que podrían llevar las cosas a un desenlace catastrófico, se levanta para buscar una piedra lisa (ya tiene una con este fin específico). Después pasa a la alacena por una bolsita de plástico de esas que se utilizan para guardar especies. Se dirige luego a la mesa donde la aguarda la botellita con su maldito contenido, y haciendo de tripas corazón, mete el dedo índice a su interior para sacar su tormento en forma de comprimido. Después coloca la ruedita, que ante sus ojos adquiere la dimensión de un plato pozolero, sobre la bolsita de plástico (previamente extendida sobre la mesa) y empieza a azotarla con frenesí con la piedra hasta convertirla en un talco finísimo. El taca, taca, taca, dura unos 10 minutos, tiempo en el cual ella suda, se muerde la lengua, se quita el mechón impertinente que le tapa la visión, y sobre todo descarga el coraje por el trago amargo que esta a punto de tomar. Antes que este ritual inicie, ya tiene preparados varios contenedores vacíos para llenarlos con el talco recién hecho (son cápsulas plásticas a las que con toda calma y con bastante anticipación les ha tirado el medicamento que contienen). Después de haber llenado las cápsulas con el nuevo contenido, las mira otro ratito, como dándose los ánimos para dar el paso final. Entonces se levanta una vez más para servirse un vaso con agua y se sienta otro ratito con el fin darse valor y reanudar tan ardua y peligrosa labor. El ritual termina con un movimiento desenfrenado de pescuezo y cabeza que alternadamente mueve hacia atrás y adelante igual que lo hace un pollo sediento al tomar agua.

domingo, enero 27, 2008

Despidiendo enero

El año 2008 esta a punto de consumir su primer mes. En la semana que viene expirará su primera mensualidad, y antes de que termine, estaremos también recibiendo su mes más voluble e inestable: febrero. Debido a que este año es bisiesto, su mes de febrero trae una hoja calendaria de 29 días, y como sabemos, esto solo ocurre cada 4 años. Quiere decir que los nacidos el último día de este mes cumplirán años cada 48 meses, en lugar de los 12 que es lo normal entre los nacidos en cualquier otro día del año. No me explico lo que harán anualmente los nacidos el 29 de febrero para satisfacer su derecho a comer pastel el mismo día en que nacieron. ¿Se sentirán estafados por el tiempo?, ¿Cómo saber, siendo amigo de él, si lo felicitamos el 28 de febrero o el primero de marzo?
Ayer acompañamos a Ale a comprar ropa a Villahermosa. Antes de eso, me armé de valor para enfrentar con resignación las interminables horas de espera mientras ella elige (quien sabe con ayuda de que sortilegios o esoterismos) lo que llevará. Me paseo por la tienda, de arriba abajo y de izquierda a derecha mientras ella ve, toca, huele, escucha, gusta, y quien sabe de cuantos sentidos más (desconocidos para mí) se valga para por fin elegir una prenda. Llegamos a casa ya tarde en la noche y ella aún tuvo energía para modelar lo recién adquirido en una pasarela que solo ella veía.

viernes, enero 25, 2008

Flores lilas en racimo

Desde hace una semana he venido observado que los cocoites o cacahuananches han decidido iniciar ya su producción de flores lilas en racimo. Brotan alegres y curiosas por conocer ese mundo que les ofrece calor y humedad a manos llenas. Dicen que estos árboles florean de marzo a mayo, yo en cambio los he visto florear de enero a junio. Su estrategia es no florear al mismo tiempo, escalonando de esta forma su producción de néctar para no exceder lo demandado por las abejas.
Quisiera que el clima de enero se prolongara por más tiempo pero la naturaleza no está para complacer caprichos, así que, aprovecharé al máximo estos días últimos del mes para disfrutar de este aire fresco rezagado.

miércoles, enero 23, 2008

Las cirugias

El lunes 21 de enero de 2008 a las 21:20 hrs. Doña Maty entró al quirófano. Nada grave, solo una cirugía reconstructiva que había estado aplazando por razones económicas. Tres horas duró la intervención, el mismo tiempo que duró la incertidumbre de los que estábamos afuera. Hablando de cirugías, sé por boca de Kory, que la suya está programada para el 1º de febrero de 2008. Estoy nervioso, y Gladis mucho más, pero sabemos de buena fuente que ese día estará en buenas manos. Ya se arregló la situación económica que amenazaba con posponer para un futuro más promisorio su boda, ahora solo es cuestión de esperar el tiempo que le recomienden los buenos oficios médicos para llevar a buen término su convalecencia.
Pedro continúa batallando con el proceso de adaptación. Cada inicio de semestre se repite la misma emoción, él se va extrañándonos y nosotros nos quedamos igual. Espero que tenga la suficiente calma para que encause este extrañamiento y lo transforme en motivación en lugar de que se convierta en un potencial detractor. Ale entra a clases el lunes 28 de enero de 2008. Su mamá ya la pudo inscribir gracias a que aquella calificación extraviada ya apareció. Hoy el clima de Reforma estuvo magnífico, ni frío ni calor, ni lluvia, y un sol benevolente.

martes, enero 22, 2008

Garbo en la noche

A las 19:30 horas la luna redonda se escondía de las miradas furtivas terrestres utilizando como biombo a las nubes danzantes de la vecindad. Las nubes negras pasaban densas frente al disco de luz tenue que tímidamente desaparecía como avergonzado de tantas miradas que la golpeaban desde abajo. Iba conduciendo despacio por la carretera acostumbrada con las luces baja del coche, que por cierto no alumbran más allá de 15 metros. Después de esta distancia todo era tan negro como las noches de mi más tierna infancia, sin luz y sin luna.
Conozco bien la carretera, sé donde están las curvas y la longitud aproximada de las rectas, recuerdo bien los cruces y los baches; sin embargo, conducir de noche es bien diferente a conducir de día; sobre todo cuando uno lo hace en lugares deshabitados que tienen parajes uniformes. En la noche, las referencias que conozco desaparecen y comienzo a confundir las curvas. Cuando presiento la inminencia de una de ellas (la presiento antes de verla) me pregunto ¿Izquierda o derecha? Entonces hago cambio de luces, y las curvas invisibles se me revelan con todo y su dirección.
Así marchaba en esta suerte de adivinanzas cuando advertí que había llegado a un tramo de carretera en el que existe un mazo de árboles altos y frondosos dispuestos en fila a ambos lados del camino. En la noche, esta parte el camino es tan oscura como la entrada a una cueva en cuyo interior me figuro a los murciélagos revoloteando en torno a estalactitas y estalagmitas. Entonces recordé el bache que sobre mi carril siempre permanece agazapado para hacerme caer dentro de él obligándome a decir cosas que en condiciones normales no digo.
Esta vez te vas a joder –pensé. Con bastante anticipación me cargué a la derecha (en este lugar no hay acotamiento) para librar el maldecido hoyo. Me preparé a esbozar una sonrisa burlona de triunfo al mismo tiempo que hacía el cambio de luces. Fue en ese momento que me sorprendió ver a escasos 10 metros del coche una figura femenina caminando sobre mi carril en dirección contraria a la mía. Iba con el garbo (freseo) de toda mujer natural que se sabe bella, y acostumbrada por eso, a la notoriedad por el género masculino desde las distancias más inverosímiles. Apegada totalmente a esta ley natural infalible (para ella), no desvió su camino ni apuró el paso, y sobra decir, nunca perdió la figura. Di entonces un terrible volantazo a la izquierda para salvar a tan deslumbrante figura de porcelana cuyo aplomo haría palidecer al señor de las ligas (Bejarano) ante las preguntas indiscretas de la prensa. Ni modo, volví a caer en el maldito agujero. Eso sí, la mesera (o meretriz) que acababa de salir de la cantina "restarunt-bar el oasis" (incrustada en la arboleda) continuó caminando cual Noemí Campbell en pasarela.

domingo, enero 20, 2008

Día gris

Fue un día lluvioso, gris, diría que hasta extrañamente fresco. El alba quedó vestida y alborotada esperando los tiernos rayos de sol que siempre llegan puntuales y relucientes, pero hoy no llegaron. Pasaron las horas, llegó la tarde y el sol nunca quiso dejar su remilgo. Debió ser grande el disgusto entre sol y día al despedirse ambos en el último crepúsculo de ayer, situación que aprovecharon hoy las siempre bien dispuestas nubes para lanzar su inagotable orina sobre nuestras cabezas. Espero que mañana sea un día de reconciliación, que el día entierre el hacha y guarde sus nubes para mejor ocasión.

viernes, enero 18, 2008

Una breve conversación

El cansancio me tiene sujetado del cogote. Le pediré que afloje un poco sus tenazas y me deje dar unas cuantas bocanadas. Luego, si me da oportunidad, lo invitaré a reconsiderar nuestra relación mientras nos tomamos una buena dosis de pozol. Espero que el shi le apacigüe rápidamente el carácter mientras arguyo algo efectivo para que me deje en paz. Tengo la impresión de que este sujeto es huraño, de pocas pulgas y enemigo de la verborrea. Debo ser cuidadoso de lo que diga, del tono que utilice, procurando ser directo y cortes al mismo tiempo.

–Necesito respirar ¿Podrías por un momento aflojar un poco la presión de mi pescuezo?
–No
–Puedo invitarte un buen vaso de pozol mientras tus brazos descansan
–Bueno, pero solo si me invitas también un buen trozo de fruta cristalizada
–¿Por qué me elegiste si soy un pésimo conversador?
–Eso ya lo sé
–¿Entonces?
–Me alimento del esfuerzo de la gente. Si son mudas mucho mejor, el parloteo me enferma.
–Entiendo, pero estarás de acuerdo conmigo de que existen personas que se esfuerzan más que yo. Por ejemplo, los boxeadores.
–No me gusta cualquier esfuerzo. Todos aplacan el hambre pero no todos alimentan.
–¿Debo entender entonces que existen esfuerzos chatarra?
–Si
–Debería sentirme alagado por eso pero la verdad es que no es así
–Ese no es problema mío
Dio una última batida al vaso antes de apurar el resto del shi, eructó, y sin mediar palabra se levantó y me volvió a sujetar del pescuezo.

miércoles, enero 16, 2008

El día de Hoy y Nosotros

Ale fue al cine con Ricardo (su novio, creo) y Jazmín, su amiga. Haciendo honor a la teoría de la relatividad dijo que vendría a las 9 p.m. y ya son las 10:30 p.m. y no le hemos visto la sombra. Ella entra al segundo semestre de contaduría el día 28 de enero. No hemos podido inscribirla porque dizque le hace falta una calificación. Ella no se explica que pudo haber pasado; lo que si nos asegura es que no la reprobó. Ojala sea cierto. Pedro lleva 3 días en Guadalajara, los mismos días que tiene asistiendo al cuarto semestre de mecatrónica. Pasó los primeros dos días durmiendo en el piso porque no tenía cama. Le llevaron su cama apenas ayer y ya la estrenó la noche de ese mismo día. Según le contó a su mamá, durmió plácidamente sobre la que va a ser su compañera durante algunos años. Que bueno que el primer encuentro resultó bien, espero que sea preámbulo de una buena relación. Para no perder la costumbre, ya se le presentó a su Tío Guy para que le prestara el coche. Trae una materia a cuestas de un lado, espero no quiera equilibrar el peso y se tome la libertad de cargar otra del otro lado. Kory continúa trabajando en Shulemberg, empresa de tecnología petrolera. Tiene planeado casarse este año con su novio Emmanuel si su hernia discal se lo permite, de otro modo, tendrán que invertir el dinero de la boda en el ramo de la salud para que sus futuros embarazos se den como se espera, sin complicaciones. Viene por lo regular a visitarnos cada 15 días, tiempo que aprovecha Ale para Chiquearse con su hermana la mayor. Gladis tiene dolor de cabeza por una infección en la garganta que la ha tenido desde hace días de pico caído. Esta preocupada porque siente que tiene unos quilitos de más, aunque solo le dure hasta que llega la hora de su imperdonable cafecito “rana” (como dice Yola) acompañado de su pan que tampoco puede faltar. Don Lucio y Doña Maty ya se quedaron solos; sus hijos ya dejaron el hogar. El último en salir del hogar paterno fue Lucio, que el año pasado se fue a vivir a casa de su novia. Él es fotógrafo y le esta yendo bien, lo veo suelto, contento, sosegado y maduro. Ahora los papas de Gladis solo son acompañados por las visitas ocasionales de David su nieto, hijo de Bernardo. Este último con muchas parejas, muchos hijos y ningún matrimonio. Rodolfo, el único Burelo desbalagado (actualmente separado), vino a visitar a sus padres este fin de año. Ya esta en Reynosa otra vez, haciendo lo necesario para que la vida le esboce una sonrisa, aunque sea burlona. José Manuel continúa ayudando a Don Lucio en la farmacia, aliviando dolencias físicas y queriendo ayudar a conducir almas por el buen camino. De sus hijas, solo le queda una soltera y no creo que le dure mucho en la soltería, me figuro que no querrá dejarse tomar mucha ventaja de sus hermanas. Martín anda en las nubes como siempre, con dos esposas en su haber, cuatro hijos en su deber (dos con cada una). Actualmente sin compromisos, tal vez buscando la próxima escopeta que cargar (Él y Bernardo son un tiro con buena puntería). Veo en Maty, la hermana de Gladis a una mujer inteligente y feliz con sus dos hijos (Jorge e Isabela). Actualmente, ella esta algo preocupada porque al corazón de Jorge, su esposo, no le da gana seguir la rítmica y la métrica que es obligación de todos sus congéneres y símiles. Por mi parte, sigo en un estado de indefinición en el trabajo; no se para donde agarrar. Estoy en eso. Por otro lado, Villahermosa sigue marchando penosamente. Sus habitantes sufren más que la ciudad. Muchas son las personas que la están abandonando tal vez para ya no regresar. Los ríos continúan secos, sedientos. Sus playones, antes cubiertos por el agua, ahora relucen a cielo abierto igual que esqueletos en el desierto. El complejo procesador de gas en el que trabajo tuvo su primer paro por falla del año (el año pasado fueron tres), los focos de alerta están encendidos, las hachas están desenterradas. Así están las cosas este 16 de enero de 2008.

martes, enero 15, 2008

Hospedaje de garzas

En el ocaso, cuando los rayos del sol tiñen de rojo el horizonte, las aves regresan a su lugar de descanso preferido. Es común mirar en las tardes árboles atiborrados de pájaros que revolotean escandalosos alrededor del follaje disputándose la mejor rama o tal vez la mejor compañía. Es el caso de un árbol que siempre miro cuando regresamos a casa ya de tarde procedentes de Villahermosa. Este árbol sin follaje, de ramas pelonas, sin gracia alguna, se transforma por las tardes en una bola blanca que contrasta con el fondo verde de los árboles vecinos. La razón de esta metamorfosis es que sirve de posada y hospedaje a cientos de garzas blancas que lo embellecen al grado de hacerles hervir de envidia la clorofila a los follajes vecinos. El que guste ser testigo de esta transformación le recomiendo que si cruza de tarde el puente que sortea el río a la altura de la Isla (ranchería Plátano y Cacao), con dirección a Reforma Chiapas, mire a la izquierda, en dirección de las 11 (manecilla horaria del reloj) y verá esta bola de nieve en la margen del río.

domingo, enero 13, 2008

Despedida número cuatro

Se terminaron los días de descanso para Pedro. Hoy esta en Guadalajara preparándose para recibir mañana su primer día de clases del semestre número cuatro. ¡Ya se fue Pedro! –Dice Ale en un tono de lamento. Siempre anduvieron de pleito, pero a donde quiera que fuera uno, se le unía el otro. Casi a diario había en casa un amigo (o muchos) de uno o de otro, o en casos extremos, coincidían los amigos de ambos. En otras ocasiones ambos agarraban camino al cine, al antro (como ellos dicen) o a la casa de un amigo o amiga en común. Nunca les faltó ingenio para mantenerse alejados de hacer cosas de provecho. Gladis, cansada de que le dejaran sus hijos (y amigos) montones de vasos y paltos sucios, se vio obligada a escribir en el vidrio del ventanal de la cocina (enfrente del fregadero) “laven sus trastes”. Como la solicitud no obtuvo la respuesta esperada, Gladis antepuso a la leyenda los nombres de las personas a quienes iba dirigida. Esa leyenda continúa en el mismo lugar como recordatorio de los días azarosos que pasaron los platos y vasos de esta casa. Este día nuestra casa volvió a tener sus tres elementos acostumbrados y ya se extraña en ella los susurros y las risas joviales de sus visitantes ocasionales. Extrañaré en los próximos meses la pregunta con la que Pedro me recibía a menudo cuando llegaba del trabajo ¿Vas a ocupar el coche en la tarde? Ahora, mientras escribo esto recordé la última recomendación que le hiciera antes de despedirnos; ojala la cumpla. Últimamente mis recomendaciones le han entrado por una oreja y le han salido (muy rápido) por la otra sin barrera que las atore un ratito.

viernes, enero 11, 2008

Ensayando la metáfora

Fui en el pasado un toro de lidia
Soy ahora un lobo estepario
Fui mantequilla que se moldeó al pan
Soy recipiente contenedor
Fui sal que disolvió el agua
Soy líquido que erosiona piedra
Fui ave de las que vuelan en V
Soy halcón que elige a su presa
Fui tomador de dictado
Soy ahora dictador

miércoles, enero 09, 2008

Instinto de supervivencia

En la mañana, de camino al trabajo, vi un ave rapaz parecida al gavilán alimentándose sobre la carpeta asfáltica. Al sentir la presencia amenazante del vehículo, el plumífero depredador levantó el vuelo trabajosamente con la presa entre sus potentes garras. Disminuí entonces la velocidad para darle oportunidad de que se elevara por encima del coche. Aleteó vigorosamente para levantar su pesada carga que, gracias a la lentitud del despegue, pude observar claramente que se trataba de un zorro (tlacuache) a medio comer. Como la presa le igualaba en tamaño y en peso, tardó unos 5 segundos (cinco formidables aletazos) para vencer la fuerza de gravedad, tiempo que permaneció suspendida en el aire, como a 30 centímetros del piso, sin poder ganar altura. Se dará por vencida y soltará su carga para poder elevarse –pensé. Disminuí aún más la velocidad para no envestirla porque estaba decidida a no soltar su presa. Con mucha dificultad y gracias a una increíble fuerza de voluntad logró superar el empuje necesario para romper el equilibrio gravitacional. Hasta entonces empezó lentamente a ganar altura sin llegar a superar el metro y medio del piso. Esta raquítica elevación fue suficiente para sortear apenas la alambrada perimetral de la carretera al otro lado de la cual se encontraba su mundo, el monte, la vegetación, la naturaleza, la tranquilidad. Llegó desfallecida al otro lado, pero con su preciada carga. Me impresionó y me dio gusto a la vez poder ser testigo de esta efímera estampa natural de la lucha diaria por sobrevivir. Ahora, al rememorar este acontecimiento, caigo en la cuenta que fue gracias a él que disfruté mi trabajo más que otros días.

Volviendo a la normalidad

Ayer Pedro despidió a su amigo Daniel que fue parte de nuestra familia durante casi un mes. Ambos estudiaron en la misma preparatoria y no se han perdido la huella a pesar de estudiar en estados diferentes. Pedro, Daniel y Ale Adquirieron hábitos nocturnos durante estas vacaciones. Sus ocupaciones eran variadas: juegos de mesa, ver películas, jugar PC, convivir con los amigos, asistir a los antros, ir al cine, Chatear, ir a fiestas de cumpleaños, hablar por teléfono, y un largo etcétera más. Hoy Daniel ya esta en Puebla y Pedro el domingo estará en Guadalajara. La casa volverá a estar quieta hasta las próximas vacaciones de verano por lo que Gladis, Ale y Yo tendremos que adaptarnos gradualmente a nuestra nueva condición. Ya no falta mucho para que vuelvan a la escuela, Pedro a cuarto semestre y Ale a segundo. Nos queda solo el resto de esta semana para consentir a Pedro y darle una que otra recomendación.

lunes, enero 07, 2008

Adiós al 2008

El día de Reyes pone fin a las fiestas decembrinas. El domingo retiramos los arreglos navideños de la casa. Gladis, Kory y Yo nos tardamos alrededor de 2 horas en retirar la intrincada red de cables tendida sobre marquesinas, palmeras y árboles. Todo un fin de semana nos llevó a Gladis y a Mi armar e instalar la serie de foquitos que iluminaron por espacio de un mes nuestra casa. Los focos volvieron a su morada para esperar impacientes los 359 días que faltan para desempeñar la misma función que con tanto decoro desempeñaron ahora. Claro, no todos los focos verán el final del año que empieza, muchos de ellos murieron en el cumplimiento de su deber colgados estoicamente de un hilo, rama, o tronco sin emitir ninguna queja. Dejaremos para el próximo año el recuento de las bajas que cada serie sufrió por los embates del clima o por el rigor del trabajo encomendado. Hoy, las luces que lograron sobrevivir están ya guardadas (tomando unas merecidas vacaciones en el interior de sus respectivas cajas) alejadas del bullicio y algarabía de la gente. El árbol de navidad sufrió el mismo proceso de desmantelamiento. Este papel fue desempeñado por un frondoso pino mexicano de fuertes ramas y tupidos mazos de agujas cortas y puntiagudas. Con toda ceremonia, fue desprovisto de su ropaje: adornos y foquitos multicolores que con tanto garbo lució y que nunca desmereció.

domingo, enero 06, 2008

Los domingos y el trabajo

Hoy, como cada mes, me tocó hacer guardia en el trabajo. Que flojera me da levántame temprano los domingos. De por sí, toda la vida mi sueño ha estado peleado con la madrugada, y es que desde que tengo uso de razón, he tenido por costumbre irme a la cama muy tarde. Descubrí desde mi más temprana época de estudiante que es en la noche (casi de madrugada) que mi cerebro funciona mejor para eso de aprender cosas nuevas o resolver problemas difíciles. Ah, pero cuando llega la hora de levantarse temprano mi cuerpo se cree hecho del más puro plomo y mis parpados se niegan a correr su pesada cortina porque el sueño les tiene puesto candado. Y es que el sueño profundo es canijo, se mete tempranito por el resquicio de la puerta y avanza sigiloso por entre las sabanas para colocar mediante un acto ceremonioso y protocolario unos grilletes en mis extremidades y un manto negro sobre mi conciencia. “Otro ratito más” pienso, entonces el sueño aprovecha a dar mayor tensión a los amarres, a agregar mayor peso a mi cuerpo y a cubrir con mas velos negros mi conciencia. Por fin, después de juntar uno a uno los retazos de cordura esparcidos como hilachos en lo más recóndito de mi subconsciente, salto de la cama y corro a espantarme el sueño con el chorro de agua de la regadera.

Clima agradable

Mientras otros estados de la república sufren por el recrudecimiento del frío yo disfruto los pocos días frescos que nos regala el nuevo año. Casi todas las noches de mis años en esta tierra los edredones han aporreado a mi sueño sin descanso. Estos algodoníferos enseres que cumplen también la función de vestir mi cama (su compinche) se han dado a la tarea de espantarme siempre el sueño como venganza tal vez a tanta vuelta que les acomoda la lavadora. Me complace que en estos días sea mi sueño el que deje al edredón rumiando su descontento. Con Gladis pasa lo contrario; ella es amiga inseparable de sabanas, cobijas y edredones. Esta sociedad se intensifica en estos días para juntos dar batalla a su enemigo común “el frío” que en realidad apenas alcanza a ser un tímido soplo fresco. Mientras yo deseo mas días come estos, Gladis desea más días como los otros (los de 38 y 40 grados). Como para reforzar lo que digo, ahora mismo ella ya esta estornudando sospechosamente a mi lado. Mala suerte.

martes, enero 01, 2008

Adiós al 2007

No fue un año fácil para nosotros. En lo particular fue un año de cambios y descubrimientos. El cierre fue de altos y bajos. Ya tenemos la camioneta de regreso (después de 3 meses en el taller) a cambio de un descalabro en el bolsillo. En mi trabajo hay muchas cosas por resolverse, algunas de ellas con el potencial de ser parte aguas en mi futuro (aún no se en cual centro de trabajo me quedaré). Las últimas horas del año fueron muy buenas; estuvimos todos reunidos (cosa ya harto difícil) en la mesa disfrutando de un riquísimo pavo horneado acompañado de un sabroso puré de papas y una estupenda ensalada de frutas (dulce), todo gracias a la inspiración de Gladis. Después de la cena fuimos a Reforma a ver la quema del tradicional “año viejo” y visitar a los papás de Gladis que por cierto ya estaban en el mundo de los sueños. Como siempre, llegamos ya cuando los viejos estaban a medio quemar y los alcoholes ya en el ánimo de la gente. Pasamos a saludar a José Manuel que ya a esa hora (2 a.m.) tenía una botella de solución etílica a la mitad y muchas ganas de platicar. A las 3 a.m. estábamos ya en la cama dispuestos a recibir con buen ánimo el 2008.