Allá por el año de 1934, en el municipio de Huejuquilla el Alto Jalisco, epicentro de la guerra cristera.
...Luego ya la tertulia de convites.
- Comadritas todas, aquí guaices para taquear.
- Órale, mayor Tejeda: agarre gorditas de cuajada.
- Mire nomás, que anaranjadas me salieron, tal como deben ser.
- Que ronde esta calabacita en melaza.
- Yo solo traje tamales de requesón. Anden, agarren.
- Son de los meros meros. De los horneados en hojas de roble.
- Aquí jocoqui con salsita de piquín verde. No se hagan remolones.
- Gracias, Rosenda. Mejor me quiebro estos machitos.
- ¿Quien gusta aguamiel de la Guacamaya? Aguamiel, aguamieeeel.
- ¿No les cuadra la temachaca? Son tiernitos los cogollos de guaiz.
- Páseme pinole, para el atolito de los niños.
Diálogo de la novela "Rescoldo: los últimos Cristeros" de Antonio Estrada.
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